Los dos objetivos son aspectos importantes de la Política de Paz Total del Gobierno y se han “vinculado inextricablemente”, dijo.
“Es difícil imaginar que uno de los dos tenga pleno éxito sin el otro, dadas las realidades sobre el terreno en muchas de las zonas afectadas por conflictos donde la violencia de los grupos armados restantes es un gran obstáculo to implementar el acuerdo de paz del país, y donde la implementación insuficiente también alimenta las condiciones para esa violencia”, agregó.
El Sr. Massieu estaba presentando el último informe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombiaestablecido a raíz de la firma del acuerdo de paz entre las autoridades y la milicia FARC-EP en 2016.
Avanzando la paz
La Misión verifica la reinserción de los excombatientes a la vida política, económica y social.
El señor Massieu informó que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el excomandante de las ex-FARC-EP, Rodrigo Londoño, se reunieron recientemente en la capital, Bogotá. También realizaron una visita conjunta a una zona donde un grupo armado ilegal había amenazado a decenas de excombatientes y sus familias.
Dijo que estos eventos “son un ejemplo de cómo las partes pueden trabajar juntas para abordar los múltiples desafíos que enfrenta el proceso y avanzar en la implementación”.
Por primera vez, el informe de la ONU sobre Colombia también aborda temas relacionados con los capítulos del acuerdo de paz sobre reforma rural integral y cuestiones étnicasen consonancia con un Consejo de Seguridad resolución adoptado en enero.
Estas disposiciones van desde llevar infraestructura e inversiones muy necesarias a áreas rurales remotas hasta reparar los impactos específicos sufridos por las comunidades étnicas durante el conflicto.
El Sr. Massieu dijo que la Misión de la ONU ya está cooperando con el gobierno y las entidades estatales, y los mecanismos creados en virtud del acuerdo de paz están trabajando para cumplir con las expectativas de los ciudadanos de las comunidades de pequeños agricultores, indígenas y afrocolombianos.
“Es precisamente en estas áreas rurales, y para estas poblaciones vulnerables, que podemos ver nuevamente la forma en que una implementación más completa del acuerdo y los procesos de diálogo con los grupos armados pueden reforzarse mutuamente”, dijo.