El gobierno colombiano instalará una mesa de diálogo con el autodenominado “Estado Mayor Central”, una de las principales facciones disidentes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
“Comienza un segundo proceso de paz”, anunció el lunes el presidente Gustavo Petro desde su cuenta de Twitter, aludiendo a que el primer diálogo de paz se reactivó en noviembre pasado con la guerrilla Ejército de Liberación Nacional.
A solicitud del gobierno, la Fiscalía avaló el lunes la suspensión de las órdenes de captura de 19 integrantes de esa disidencia de las FARC para que adelanten acercamientos con el gobierno.
El fiscal general, Francisco Barbosa, detalló a la prensa que ninguna de las personas a las que les fue avalada tiene órdenes de captura con multas de extradición.
El “Estado Mayor Central” es un grupo armado que no se acogió al histórico acuerdo de paz que utilizó en 2016 el Estado con las FARC, la que fuera la guerrilla antigua más de América Latina.
Barbosa aseguró que el presidente Petro, en su solicitud para pedir levantar las órdenes de captura, dio a dicha disidencia de las FARC un “carácter político para negociar acuerdos de paz con el gobierno nacional”.
En Colombia, existen múltiples facciones de las antiguas FARC y algunas de ellas fueron conformadas por exguerrilleros que en un principio firmaron el acuerdo de paz y luego retomaron las armas, por lo que las leyes colombianas les impiden en principio volver a tener un tratamiento político. Es el caso de la “Segunda Marquetalia”, liderada por Luciano Marín Arango, alias “Iván Márquez”, quien fue el segundo al mando de las FARC y negoció el pacto de paz.
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