El gobierno colombiano aboga por la liberación de 21 opositores presos en Nicaragua como parte de una gestión humanitaria que aún no ha rendido frutos, dijo el viernes el canciller Álvaro Leyva.
El gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua no ha hecho declaraciones para confirmar dichas gestiones humanitarias.
Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia, recibió críticas por la ausencia de su país en una sesión extraordinaria de la Organización de los Estados Americanos que trató sobre la situación de los derechos humanos en Nicaragua.
Leyva concedió este viernes en entrevista con W Radio que entre los presos que buscan liberar está el obispo de la ciudad de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, señaló de supuestamente organizar grupos violentos e incitarlos “a ejecutar actos de odio contra la población”, según el gobierno de ortega.
“Desafortunadamente no se ha logrado, mucho menos con la presión que se está sintiendo en este momento con estos cuestionamientos”, destaca Leyva en referencia a una moción de censura que impulsan en el Congreso colombiano los opositores para que rinda cuentas sobre la ausencia del país en la sesión de la OEA.
El 12 de agosto, el Consejo Permanente de la OEA reveló una resolución sobre Nicaragua en la que expresó preocupación por su negativa de cumplir “con sus obligaciones en materia de derechos humanos” e excluyó que el “ambiente de opresión (en Nicaragua) se ha agravado” con arrestos, cierre forzado de organizaciones no gubernamentales, represión de periodistas y ataques a miembros de la Iglesia católica.
Arturo McFields, el exembajador de Nicaragua ante la OEA, dijo a inicios de semana a la AP que si Petro estaba intentando negociar la liberación de presos políticos en Nicaragua sería sólo el último de varios intentos.
El diplomático, quien declaró al gobierno de Ortega durante una sesión exitosa de la OEA en marzo e inmediatamente después fue despedido, refirió que Argentina, Bolivia y México habían intentado hacer lo mismo sin.
McFields ve muy poco probable que Colombia logre algo que él considere como un “milagro.” Añadió que para negociar la liberación, tendría que ofrecer algo a cambio a Ortega, y Colombia no tenía nada que ofrecer.
También se mostró escéptico sobre las motivaciones de Petro, sugiriendo que el nuevo presidente izquierdista quería asumir el papel del fallecido exlíder venezolano Hugo Chávez, en unir Cuba, Venezuela y Nicaragua.
La oposición en Colombia cuestiona el giro en las relaciones con Ortega y la falta de contundencia para denunciar presuntas violaciones de los derechos humanos. Iván Duque, presidente de 2018 a 2022, rompió relaciones con Nicaragua y tildó a Ortega de ser un “dictador”.
Durante la entrevista, Leyva dijo que su país condena la violación de los derechos humanos.
“De ninguna manera estamos con el señor Ortega. Una cosa es una acción humanitaria y otra una confusión que desafortunadamente se ha venido agrandando porque tenemos una situación jurídica pendiente”, explicó.
Colombia y Nicaragua tienen un pleito vigente en la Corte Internacional de Justicia, el máximo tribunal de las Naciones Unidas, para que se establezcan los límites entre una supuesta plataforma continental extendida que Nicaragua alega tener más allá de sus 200 millas náuticas.
El expresidente Duque dijo el miércoles, en un mensaje de Twitter, que es preferible “un siglo de tensiones que entregarle territorio colombiano a la dictadura de Daniel Ortega”.
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