Los altos niveles de ciertos contaminantes químicos en la sangre se asocian con un mayor riesgo de infección por SARS-CoV-2 y enfermedad por COVID-19, según un estudio realizado por el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM-Hospital de Mar), el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), y la Universidad de Las Palmas.
El estudio ha sido publicado en la revista Investigación Ambientaly es el primer análisis prospectivo que utiliza datos previos a la pandemia de contaminantes en la sangre de personas sanas.
Los hallazgos brindan una posible nueva explicación para la amplia variación en la susceptibilidad a la infección por SARS-CoV-2 y la enfermedad por COVID-19. ¿Por qué algunas personas con una exposición similar al virus se infectan y otras no, y por qué algunas personas desarrollan la enfermedad y otras no? Esta pregunta permanece en gran parte sin explicación.
“Lo que muestra nuestro estudio es que los niveles individuales de determinados contaminantes ambientales aumentan el riesgo de infección y el riesgo de desarrollar la enfermedad”, afirma Miquel Porta, médico del IMIM-Hospital de Mar y uno de los principales autores del estudio. Otros factores que influyen en el riesgo de desarrollar COVID-19 son las comorbilidades (es decir, si la persona ya padece otras enfermedades), el tabaquismo, la edad, el nivel educativo, la densidad de personas en el hogar o la exposición al virus en el transporte público. o en el trabajo.
Los investigadores utilizaron muestras de sangre congelada recogidas en 2016 de 240 personas de la población general de Barcelona. Analizaron la relación entre los niveles en sangre de contaminantes orgánicos y elementos químicos con la frecuencia de infección por SARS-CoV-2 y COVID-19 en los mismos individuos durante 2020-2021.
Los hallazgos revelan que las personas con niveles sanguíneos más altos de ciertos contaminantes tenían un mayor riesgo de infectarse y desarrollar la enfermedad. El riesgo de desarrollar COVID-19 se asoció con DDD y DDE (derivados del pesticida DDT), así como con plomo, talio, rutenio, tantalio, benzofluoranteno y manganeso. Los altos niveles de talio, rutenio, plomo y oro se asociaron con un mayor riesgo de infección, mientras que los altos niveles de hierro y selenio fueron protectores.
“Un hallazgo importante del estudio es que identifica mezclas de hasta cinco sustancias, de diferentes grupos químicos, cada una de las cuales aumenta el riesgo de infección y enfermedad”, añade Gemma Moncunill, investigadora de ISGlobal y última autora del artículo.
Los autores consideran que estos resultados son de «considerable relevancia científica y social», ya que proporcionan la primera evidencia prospectiva y basada en la población de un posible vínculo entre los niveles sanguíneos individuales de ciertos contaminantes y la infección por SARS-CoV-2 y COVID-19.
Estos contaminantes ingresan a nuestros cuerpos a través de múltiples rutas, desde dispositivos electrónicos hasta el alimento utilizado en la cría intensiva de animales. Por lo tanto, dicen los autores, «si se confirma que las asociaciones son causales, se dispone de políticas para controlar los riesgos».
Más información:
Miquel Porta et al, Concentraciones individuales en sangre de contaminantes orgánicos persistentes y elementos químicos, y COVID-19: Un estudio de cohorte prospectivo en Barcelona, Investigación Ambiental (2023). DOI: 10.1016/j.envres.2023.115419
Citación: Ciertos contaminantes ambientales asociados con un mayor riesgo de desarrollar COVID-19 (13 de febrero de 2023) recuperado el 13 de febrero de 2023 de https://medicalxpress.com/news/2023-02-environmental-pollutants-covid-.html
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