Los paraguayos acudieron este domingo a las urnas a partir de las siete de la mañana en una contienda para elegir al próximo presidente entre el conservador Partido Colorado y una coalición de fuerzas políticas y sociales heterogéneas que se unieron con la intención de hacerlo a un lado por segunda vez en 76 años.
Las gran mayoría de las urnas a las 4:00 pm hora local, aunque según informó la agencia Reuters, algunos colegios permanecieron abiertos hasta después del cierre oficial debido a demoras en el procesamiento de colas largas, a raíz cerrar de un nuevo sistema de votación electrónica.
«Todo el día hemos observado altos niveles de participación», dijo un observador de la misión electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA). «Los centros de votación siguen llenos».
Se espera que los resultados oficiales se conozcan pocas horas después del cierre.
Unas 15.380 máquinas electrónicas se habilitaron en escuelas de todo el país para recibir el voto de 4,7 millones de electores. Por primera vez se utiliza ese mecanismo a nivel nacional para elegir en una sola vuelta electoral al sucesor del presidente Mario Abdo Benítez por el período 2023-2028.
Medios reportaron que el mandatario destacó, que no tiene derecho a la reelección, estuvo entre los primeros en sufragar. Justicia Electoral de Paraguay informó en su cuenta de Twitter que las elecciones comenzaron «con normalidad» en todo el país.
El señaló además que los paraguayos en España habían comenzado a sufragar el domingo.
Al ejercer su derecho al voto, el presidente Abdo Benítez dijo: “Que el gran ganador sea la nación paraguaya. Es muy importante la participación de todos, hoy es el día que tenemos que ser protagonistas de la construcción del futuro de la nación”.
Lo paraguayos llegan a este día tras una campaña a menudo descrita por medios como apática mientras muchos expresan incertidumbre respecto al futuro de la nación. El domingo medios locales reportaron algunos incidentes de poca gravedad en algunas escuelas de Asunción entre ambas fuerzas por la colocación de las urnas.
El Partido Conservador Colorado ha gobernado desde 1947, incluso como sostén político del dictador Alfredo Stroessner (1954-1989), con excepción de un breve período de tinte progresista liderado por el exobispo Fernando Lugo en 2008 y que terminó anticipadamente en 2012 con un juicio político .
Su candidato es Santiago Peña, un economista de 44 años que fue apadrinado por el expresidente y magnate Horacio Cartes (2013-2018), el hombre fuerte de la política paraguaya que recientemente fue declarado “persona significativamente corrupta” por Estados Unidos.
«Nos hemos preparado para ganar (…) el partido ha desplegado más de 70.000 agentes electorales en todo el país, gente con identidad partidaria, con compromiso republicano, para mí es una de las grandes fortalezas», dijo Peña al momento de depositar su sufragio.
Como principal desafío a la hegemonía del Partido Colorado aparece la Concertación para un Nuevo Paraguay con el postulante Efraín Alegre, de 60 años y líder del tradicional Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y acérrimo opositor a Cartes.
Esta coalición busca este domingo sacar del poder al partido Colorado, en unas elecciones marcadas por denuncias de corrupción y la conveniencia de mantener o no la alianza con Taiwán.
Alegre, que va por su tercer intento de llegar a la presidencia, es respaldado por diversas organizaciones políticas y sociales de centro-derecha a izquierda que buscan capitalizar el desencanto social por la corrupción endémica, pésimos servicios de salud y educación expuestos durante la pandemia de COVID-19 y la inseguridad ante el avance de la narcocriminalidad.
“Sabemos a quién estamos enfrentando. Vamos a vencer a un dinero abundante que viene del crimen organizado y de la ilegalidad”, expresó el veterano político.
El candidato opositor correspondió poco después de votar que vio «a la gente que viene a votar, está dispuesta a participar, están haciendo el aguante». Alegre, quien denunció irregularidades en algunos lugares del norte del país aseguró este domingo que «todos los reportes (en el resto del país) son muy positivos, así que estamos muy felices».
Paraguay ostenta una economía relativamente estable, pero con problemas estructurales que quedaron fuera de discusión durante la campaña: informalidad laboral que afecta a 7 de cada 10 trabajadores; pobreza de 24,7%, evasión fiscal y narcotráfico, entre otros.
[Contiene información de AP y Reuters]
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Gorjeo mi Instagram.