Los violentos enfrentamientos entre las milicias armadas y las fuerzas del gobierno militar se han intensificado dramáticamente en el norte de Darfur en las últimas semanas, ya que Sudán marcó dos años de guerra civil.
Los campamentos de El Fasher y Zamzam para personas desplazadas internos (IDP) que se vieron obligados a huir de sus hogares debido al conflicto, se vieron desproporcionadamente afectados.
«Las bombas cayeron sobre el hospital. Los enfermos y sus madres fueron asesinados. Aquellos de nosotros que sobrevivimos solo nos fuimos con nuestros hijos a nuestras espaldas», dijo Hawa, una madre de tres hijos que estaba dentro de un hospital en el campamento de Zamzam durante el bombardeo, discurso al Fondo de Emergencia de Niños de la ONU (UNICEF).
Horror y desplazamiento
Los ataques han destruido la infraestructura crítica, detuvieron los servicios de transporte de agua y han llevado al colapso de servicios de salud ya frágiles, según la ONU.
Zamzam IDP Camp, que antes del reciente bombardeo albergaba al menos 400,000 personas, ahora ha sido casi vaciado. La ONU ha informado que sobre 332,000 personas han huido del campamento.
Las organizaciones humanitarias advierten sobre los crecientes informes de violencia sexual, la orientación de los civiles y el reclutamiento forzado, particularmente por elementos de la rápida milicia de las Fuerzas de Apoyo (RSF).
Ayuda bajo tensión
La afluencia repentina y masiva de los desplazados internos en ciudades y comunidades de acogida ya abrumadas está aumentando la tensión en los servicios de salud, la infraestructura de agua y los sistemas alimentarios locales.
Mientras que los campamentos de IDP enfrentan una altísima demanda de refugios de emergencia, agua limpia, alimentos y servicios de protección, la escasez de combustible ha llevado a la suspensión casi total de las operaciones de transporte de agua en muchas áreas, incluida El Fasher.
Los enfermos y sus madres fueron asesinadas. Aquellos de nosotros que sobrevivimos a la izquierda solo con nuestros hijos en nuestras espaldas
En el centro de Darfur, los socios de salud informan niveles crecientes de desnutrición, especialmente entre los niños.
«En el pasado, teníamos de tres a cuatro comidas por día. Durante los últimos dos años, dando [my children] Una comida al día es un milagro«Hawa relató.
Aunque la ONU actualmente está brindando asistencia alimentaria que ahorra vidas en Tawila: Darfur del Norte del Norte, se necesita una escala inmediata en asistencia humanitaria para evitar que decenas de miles de personas recién desplazadas caigan más en una vulnerabilidad aguda.
Las agencias de la ONU y sus parejas están apelando urgentemente a una mayor financiación para evitar una mayor pérdida de vidas y consecuencias humanitarias irreversibles.