La embajada de China en Alemania dijo en una declaración separada que había presentado «representaciones» ante Berlín, diciendo que Taiwán pertenecía a China, una posición que el gobierno democráticamente elegido en Taipei rechaza firmemente.
«La cuestión de Taiwán no es una cuestión de ‘libertad de navegación’, sino de la soberanía y la integridad territorial de China», afirmó.
El estrecho de Taiwán son aguas chinas «y no existen en absoluto las llamadas ‘aguas internacionales'», añadió la embajada.
China insta a Alemania a evitar cualquier «interferencia» que pueda poner en peligro el desarrollo sano y estable de las relaciones bilaterales, añadió.
El gobierno de Taiwán afirma que sólo el pueblo de la isla puede decidir su futuro.
Los buques de guerra estadounidenses navegan por el estrecho aproximadamente una vez cada dos meses, lo que provoca la ira de Pekín, y algunos aliados de Estados Unidos, como Canadá y Gran Bretaña, también han realizado tránsitos ocasionales.
China, que nunca ha renunciado al uso de la fuerza para someter a Taiwán a su control, ha intensificado en los últimos cinco años sus actividades militares alrededor de la isla, incluyendo la realización de ejercicios militares.