El ministro de Relaciones Exteriores de Haití intensificó el miércoles el llamamiento de su gobierno a la comunidad internacional para ayudar a romper el control de las bandas armadas que aterrorizan la capital y grandes áreas de la nación insular.
“Haití está en peligro y necesita urgentemente la asistencia de la familia de las Naciones Unidas para superar esta turbulencia”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Jean Victor Geneus, ante el Consejo de Seguridad de la ONU, compuesto por 15 naciones.
Hay al menos siete grandes coaliciones de pandillas y unos 200 grupos afiliados en Haití. La fuerza policial del país no tiene suficiente personal y no está preparada para enfrentarse a ellos. La ONU valora que hay una proporción de 1,2 agentes policiales por cada 1.000 haitianos.
Desde principios de año, los pandilleros han asesinado al menos a 22 policías. También hubo, entre finales de enero y de marzo, más de 800 homicidios confirmados, la mayoría en la capital.
Poco interés en involucrarse
A principios de octubre, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, respaldó una solicitud del gobierno haitiano de enviar una fuerza armada internacional especializada para ayudar a la Policía Nacional de Haití a abordar la creciente inseguridad y la profundización de la crisis humanitaria. Pero más de seis meses después, ha habido poco interés por parte de la comunidad internacional en involucrarse y la situación se ha deteriorado aún más.
«El uso de una fuerza internacional sigue siendo vital si queremos detener las violaciones de los derechos humanos, la violencia que estamos viendo y restaurar el Estado de derecho, creando condiciones propicias para la celebración de elecciones creíbles», dijo el canciller Geneus. «Me gustaría hacer un llamado urgente a la cooperación internacional para ayudarnos a restaurar la seguridad en el país».
Los niños temen el fuego cruzado
La nueva enviada de la ONU a Haití, María Isabel Salvador, asumió su carga la semana pasada. Ella describió una imagen sombría de la situación en su primera sesión informativa del Consejo, informando que los secuestros y asesinatos se están disparando, los francotiradores de los techos están atacando a los civiles y muchos niños ya no van a la escuela por temor a ser atrapados en el fuego cruzado o secuestrados.
Salvador dijo que los haitianos en algunos barrios de la capital con presencia policial limitada o nula han comenzado a tomar el asunto en sus propias manos.
«Hace solo dos días, en Puerto Príncipe, un grupo de civiles tomó a 13 presuntos pandilleros de la custodia policial, los mataron a golpes y quemaron sus cuerpos«, comentó.
En declaraciones a los periodistas después de la reunión, la enviada dijo que está preocupada por el surgimiento de estos grupos de «autodefensa».
“Eso es realmente peligroso. En la región, en América Latina, hemos tenido experiencia con grupos de autodefensa en otros países”, dijo Salvador, quien fue canciller ecuatoriana. «Es algo que debe detenerse antes de que empezar».
Una mayor demora en abordar la inseguridad sin precedentes en Haití también podría conducir a un desbordamiento de la inseguridad en la región»
También hizo un llamado al Consejo de Seguridad para que autorice el uso de un equipo, una fuerza internacional especializada no perteneciente a la ONU, para apoyar a la policía nacional haitiana, al tiempo que dijo que la necesidad de abordar el deterioro de la situación de seguridad «no se puede exagerar».
«Una mayor demora en abordar la inseguridad sin precedentes en Haití también podría conducir a un desbordamiento de la inseguridad en la región», valoró.
El canciller de la vecina República Dominicana compartió esa preocupación y cuestionó el porqué el Consejo de Seguridad aún no ha actuado.
“Hay ejemplos de otras iniciativas de apoyo a otros países en crisis, donde la asistencia internacional no ha tenido que recorrer un camino tan tortuoso para llegar a los más necesitados”, dijo el ministro Roberto Álvarez Gil. «Si somos francos, estamos empezando a pensar que, como dicen algunas personas, hay una jerarquía de países necesitados que determina el orden en que reciben atención».
Haití es el país más pobre del hemisferio occidental
«Hoy, lo que estamos presenciando es la disolución del estado haitiano», recalcó Álvarez Gil.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) dice que la violencia está siendo alimentada por el tráfico de armas de alto calibre y municiones hacia Haití. El país es un centro de transbordo de la cocaína colombiana y el cannabis de Jamaica con destino a Estados Unidos y Europa occidental.
En un informe del mes pasado, la UNODC informó que Estados Unidos, y en particular el estado de Florida, es la principal fuente de armas de fuego ilegales que ingresan a Haití por tierra, aire y, con mayor frecuencia, por mar. Las redes adquieren las armas en los estados de EEUU con leyes de control de armas más laxas y menos restricciones de compra y las pasan de contrabando a través de Florida hacia Haití. Los envíos incluyen rifles de alta potencia como AK47, AR15 y Galils.
En octubre pasado, el Consejo de Seguridad Impuso sanciones a las pandillas en Haitíincluido un embargo de armas, la congelación de activos y la prohibición de viajar.
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