TORONTO, Canadá: Canadá anunció un arancel del 100 por ciento a las importaciones de vehículos eléctricos fabricados en China, en línea con aranceles similares impuestos por Estados Unidos y los planes anunciados por la Comisión Europea.
Esta medida sigue a las conversaciones entre el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, que enfatizaron un frente unido en cuestiones comerciales con China.
Trudeau también reveló que Canadá impondrá un arancel del 25 por ciento al acero y al aluminio chinos, citando preocupaciones sobre las prácticas de China en los mercados globales. «Actores como China han optado por darse una ventaja injusta en el mercado global», dijo Trudeau.
Estados Unidos ya había impuesto aranceles a los vehículos eléctricos, las baterías avanzadas, las células solares, el acero, el aluminio y los equipos médicos chinos. El presidente Joe Biden argumentó que los subsidios del gobierno chino otorgan a las empresas chinas una ventaja injusta, permitiéndoles vender vehículos eléctricos por apenas 12.000 dólares y producir suficiente acero y aluminio para satisfacer gran parte de la demanda mundial.
La viceprimera ministra Chrystia Freeland anunció que Canadá iniciará una consulta de 30 días sobre posibles aranceles a las baterías, componentes de baterías, semiconductores, minerales críticos, metales y paneles solares chinos. «China tiene una política estatal intencional de exceso de capacidad y exceso de oferta diseñada para paralizar nuestra propia industria», dijo Freeland, enfatizando la necesidad de proteger el emergente sector de vehículos eléctricos de Canadá.
Los únicos vehículos eléctricos fabricados en China que se importan actualmente a Canadá son los de la fábrica de Tesla en Shanghái. La alineación con los aranceles estadounidenses refleja la integración económica de Canadá con ese país, al que se destinan más del 75 por ciento de las exportaciones canadienses.
El ex embajador canadiense en China, Guy Saint-Jacques, señaló que la alineación de Canadá con Estados Unidos podría provocar represalias de China, que podrían afectar a industrias como la de la cebada y la carne de cerdo. «China querrá enviar un mensaje», dijo, sugiriendo que podría trasladar sus importaciones a otros países como respuesta.