A veces, un vistazo a tu reflejo en un espejo puede resultar tan desconcertante como un zoom de cámara lenta, un destello de presencia que te arrastra a un rincón oscuro de ti mismo. Mavi experimenta varios momentos de revelación de este tipo en Caja de sombrassu tercer álbum, aullante y desgarrador. Cada mirada lo hace perder el equilibrio, agitándose frenéticamente hasta que puede agarrar un pedazo de tierra. “I’m So Tired” comienza con una de estas revelaciones: “Hoy mi abuela cumplió 80 años/Y yo tomo tres Percocets, aún no he comido”. Mavi sostiene su propia mirada como si fuera Perséfone llamándolo seductoramente desde el fondo del abismo. El bajo sintetizado y los platillos salpicantes caen en cascada a su alrededor como un techo que se derrumba, la reverberación amenaza con engullir sus súplicas de absolución.
La música de Mavi casi puede parecer voyeurista, como si estuviéramos observando su actividad cerebral desde detrás de un espejo de doble cara. El maestro de ceremonias de Charlotte se mueve en círculos existenciales, reflexionando sobre conceptos imponentes como el conflicto entre el destino y el libre albedrío, o si la identidad es innata o construida. Es un trabajo doloroso; tenía solo 21 años cuando lanzó Fin de la Tierray ya había llegado a la conclusión de que la existencia es sufrimiento: o te hundes en el sufrimiento o sigues adelante. A pesar de sus brillantes surcos de hora dorada, el 2022 Me río tanto que duele Estaba inundada de dudas y a Mavi le dolían las articulaciones de intentar mantener el equilibrio.
En Caja de sombras, La oscuridad que lamía los bordes de su obra anterior casi lo ha superado. Me río tanto que duele Aunque la droga lo impulsó a alcanzar un nuevo nivel de estrellato, Mavi atravesó una etapa de problemas personales; las sustancias que esperaba que aliviaran su mente entorpecieron su impulso creativo y agravaron su depresión. Cuando emergió, comenzó a escribir sin pestañear sobre lo agotador que es desenredar una crisis de salud mental. Abundan las referencias a las drogas y al alcohol; el dolor y la angustia impregnan cada verso. Sigue preocupado por muchas de las mismas preguntas filosóficas de siempre, pero no está tan seguro de que haya respuestas.
Agradecidamente, Caja de sombras El álbum nunca cede ante el peso de sus temas nublados. Es tan inventivo como cualquier proyecto de Mavi, casi virtuoso en su ejecución. A pesar de la nube narcótica que rodea la creación del álbum, la escritura de Mavi es más impresionante que nunca: rica en imágenes y metáforas y repleta de rimas internas en espiral, pero aún así penetrante y directa. Los pasajes más despiadados golpean como un puño, como cuando dice: «Estaba tomando pastillas mientras mamá preparaba la cena» en «Tether», o cómo admite, en «Grindstone», «Afirmo que lo dejo, han sido demasiados mañanas». Un motivo de agua aparece a lo largo de la primera mitad del disco, a veces ofreciendo salvación a través del bautismo o la limpieza, otras veces prometiendo envolver a Mavi por completo.