Supuestamente, el capitán Ibrahim Traore apareció el viernes en la televisión nacional anunciando que el teniente coronel Paul Henri Sandaogo Damiba, quien derrocó al presidente elegido democráticamente del país en enero, había sido destituido del poder “después de no poder poner fin a la violencia terrorista” que ha obligado 2 millones de personas a huir de sus hogares.
En un comunicado publicado por su portavoz, António Guterres condenó enérgicamente “cualquier intento de tomar el poder por la fuerza de las armas” y llamó a todos los actores a “abstenerse de la violencia y buscar el diálogo”.
El jefe de la ONU también expresó su total apoyo a los esfuerzos regionales hacia un rápido retorno al orden constitucional en el país.
“Burkina Faso necesita paz, estabilidad y unidad para luchar contra los grupos terroristas y las redes criminales que operan en partes del país”, dijo.
El Sr. Guterres reafirmó el compromiso de las Naciones Unidas de acompañar al pueblo de Burkina Faso en sus esfuerzos por lograr una paz y una estabilidad duraderas.
crisis en curso
Según informes de los medios, el sábado se escucharon disparos en la capital de Burkina Faso, Ouagadougou, y muchas calles permanecen bloqueadas debido a una actividad militar «inusual».
Burkina Faso continúa enfrentando una crisis humanitaria, con casi una quinta parte de la población que necesita ayuda.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, a junio de este año, más de 1,5 millones de personas han sido desplazadas en Burkina Faso como consecuencia de la creciente inseguridad en el país. Casi dos cuartas partes de las personas desplazadas son niños.