El arzobispo católico de Abuja, Su Gracia, el Reverendísimo Ignatius Kaigama, encargó al presidente Muhammadu Buhari y a los 36 gobernadores que, sin más demora, encuentren posibles formas de abordar la continua inseguridad, la recesión económica y la huelga nacional de profesores universitarios en el país.
El clérigo hizo el llamado el sábado mientras se dirigía al congreso general inaugural de los pueblos indígenas de la Arquidiócesis Católica de Abuja.
Dijo que los nigerianos estaban tristes, enojados y frustrados con la situación del país.
El arzobispo frunció el ceño ante la exhibición no guiada de riqueza por parte de los actores políticos, especialmente el alto costo de los formularios de nominación de los partidos para las elecciones generales de 2023 y advirtió que si la situación no se remedia a tiempo, podría destruir el tejido de la nación de Nigeria.
Dijo: “Hay inseguridad, hambre, desempleo y los jóvenes no van a la escuela. El gobierno debe ser responsable y proveer para nosotros. Desgraciadamente, eso no está ocurriendo y hay un grado de desafección muy grande. La gente está enfadada, triste y frustrada.
“Estamos diciendo que el gobierno debe tomar conciencia de sus responsabilidades. El gobierno debe abrir los ojos y mirar al pueblo con justicia y misericordia.
“Me asombra la insensibilidad de nuestros políticos. Saben que hay sufrimientos en la tierra, pero puedo ver una muestra arrogante de riqueza en la forma en que organizan sus actividades y eventos políticos, pero no hay dinero para garantizar la seguridad, para garantizar que los estudiantes universitarios regresen a la escuela, para garantizar que las personas puedan comprar alimentos en el mercado y para dar servicio al sector de la salud.
“Hago un llamado a nuestros líderes a repensar y saber que Dios está y Él está mirando. Los recursos que tenemos, usémoslos para nuestro pueblo y no para el interés personal. La política tiene que ver con el servicio a la gente y el buen gobierno. No se trata sólo de aspirar a acceder a las riquezas de la nación y utilizarlas de manera muy arbitraria.
“Nuestros líderes deben detenerse y pensar. Algo está mal. Nuestra gente está reprimiendo su ira durante tanto tiempo. Que los dirigentes no permitan que estalle esta ira, porque va a ser terrible.
“Esperamos que se haga algo rápido y también con sensibilidad a las necesidades de la gente, ya sea electricidad, educación universitaria, abastecimiento de agua, caminos y sobre todo seguridad. Necesitamos estas cosas ahora. Elegimos a nuestros líderes políticos para proporcionarlos, y prometieron hacerlo, pero estamos consternados de que sean tan incapaces y no estén dispuestos a proporcionar estos elementos básicos a la gente”.