Bruselas pone a Alemania, Países Bajos y Austria bajo escrutinio por el exceso de crédito en el presupuesto : Shutterstock
En un giro sorprendente de los acontecimientos, la Comisión Europea ha emitido advertencias a Alemania, Austria y los Países Bajos sobre el gasto público excesivo, lo que marca un cambio de roles para los más acérrimos defensores de la disciplina fiscal de la UE. Mientras Bruselas aplica su marco de austeridad renovado después de la pandemia, estas naciones tradicionalmente frugales se encuentran en el centro de atención, junto con países como Bélgica y Bulgaria.
Mientras tanto, Francia, Italia y Grecia –alguna vez tristemente famosas por sus excesos presupuestarios– recibieron la aprobación de Bruselas para sus planes de gasto, lo que demuestra un cambio en la dinámica económica del bloque.
Vuelven las normas de austeridad: por qué son importantes
Después de años de suspensión debido a la COVID-19 y la crisis energética, las normas fiscales de la UE han regresado con una aplicación más estricta. Los Estados miembros no sólo deben limitar los déficits por debajo del 3% del PIB, sino también presentar planes creíbles a largo plazo para la estabilidad financiera.
Aspectos destacados clave de la última revisión de Bruselas:
Alemania, a pesar de su papel de liderazgo en la configuración de las reglas revisadas, no logró alinear su gasto con los límites de la UE y no cumplió con los plazos para presentar un plan fiscal a mediano plazo.
Austria enfrenta críticas por proyectar déficits superiores al 3% en los próximos años, lo que podría desencadenar procedimientos de déficit excesivo (PDE).
Los Países Bajos, bajo su nueva coalición encabezada por el Partido de la Libertad de extrema derecha de Geert Wilders, se convirtieron en el único país que fracasó rotundamente en su evaluación fiscal a mediano plazo.
Alemania: de líder a rezagada
La situación de Alemania es particularmente sorprendente. El ministro de Finanzas, Christian Lindner, había defendido la introducción de “reglas automáticas” y métricas de cumplimiento estrictas durante las negociaciones de reforma. Sin embargo, el país ahora enfrenta censura por gasto excesivo y una crisis económica exacerbada por la inestabilidad política.
Con las elecciones nacionales a la vuelta de la esquina en febrero y la reciente salida de Lindner del gobierno de coalición de Olaf Scholz, los errores fiscales de Alemania podrían influir fuertemente en la campaña.
«Estamos ante un gobierno dividido y una crisis de innovación», comentó Stefan Berger, eurodiputado de centro derecha, culpando a la discordia interna por los problemas económicos de Alemania.
Austria y los Países Bajos: perturbaciones políticas y déficit crecientes
Austria, todavía sumida en conversaciones de coalición, ha sido objeto de escrutinio por sus continuos incumplimientos del déficit. El vicepresidente de Bruselas, Valdis Dombrovskis, advirtió que podría ser necesaria una supervisión adicional, subrayando los desafíos que enfrenta Viena para recuperar la disciplina fiscal.
Los Países Bajos, a menudo considerados como un modelo de prudencia financiera, han adoptado una postura desafiante bajo su nuevo liderazgo. Las autoridades holandesas renunciaron a su derecho a presentar un plan revisado y aceptaron las proyecciones de la Comisión que predicen déficits crecientes.
Ley de equilibrio de Francia: aprobación en medio de tensiones políticas
En marcado contraste con sus homólogos del norte, Francia obtuvo luz verde de Bruselas para sus planes fiscales, a pesar de la intensa agitación interna. El gobierno, encabezado por Michel Barnier, se enfrenta a una precaria posición minoritaria en el parlamento, y la líder de extrema derecha Marine Le Pen amenazó con una moción de censura por disputas sobre políticas fiscales y pensiones.
Claire Fita, eurodiputada socialista, se opuso a las medidas de austeridad y afirmó: “La atención debería centrarse en las capacidades, el empleo y el crecimiento. La austeridad es un paso en la dirección equivocada”.
Implicaciones para el futuro de la UE
La divergencia entre los miembros del norte y del sur de la UE en el cumplimiento de las reglas fiscales revela cambios en las realidades económicas y las prioridades políticas dentro del bloque. A medida que la Comisión refuerza su control de la disciplina financiera, los próximos meses pondrán a prueba la resiliencia del marco de gobernanza económica de Europa.
Para Alemania, Austria y los Países Bajos, atender las advertencias de Bruselas no es sólo una cuestión de cumplimiento: es una cuestión de supervivencia política y económica.
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