El guitarrista de Queen y reconocido activista por los derechos de los animales, Brian May, renunció a su cargo de vicepresidente de la RSPCA, citando estándares «espantosos» de bienestar animal en las granjas del Reino Unido como la razón detrás de su decisión.
May, quien durante mucho tiempo ha sido un firme defensor de los derechos de los animales, dejó claras sus preocupaciones en una declaración pública en Instagram.
Las frustraciones de Brian May con la RSPCA
La renuncia de May se debe a lo que él percibe como el fracaso de la RSPCA a la hora de hacer cumplir estándares de bienestar adecuados para los animales de granja, particularmente aquellos en operaciones agrícolas intensivas. En una emotiva publicación en las redes sociales, May dijo: «… la buena gente todavía paga más por productos animales con la etiqueta RSPCA, pensando que están protegiendo a los animales de granja de la crueldad».
Su renuncia sigue a años de participación en campañas que presionaban por estándares más altos de bienestar para los animales, incluidos los utilizados en la agricultura. May ha abogado constantemente por el fin de las prácticas agrícolas intensivas, que cree que causan sufrimiento innecesario. Sin embargo, la gota que colmó el vaso para él llegó cuando sintió que la RSPCA no estaba haciendo lo suficiente para abordar estos problemas.
La respuesta de la RSPCA a la dimisión de Brian May
La RSPCA ha reconocido la dimisión de May, pero mantiene sus políticas y su compromiso de mejorar el bienestar animal. Un portavoz de la organización afirmó que «respetan sus opiniones y comprenden su decisión».
Si bien la RSPCA sostiene que está haciendo todo lo posible para gestionar una amplia gama de cuestiones de bienestar animal, algunos críticos argumentan que se podría hacer más para abordar preocupaciones como las planteadas en mayo.
La dimisión de May pone de relieve las tensiones actuales en el sector del bienestar animal. Para algunos, su partida sirve como una llamada de atención para regulaciones más estrictas en la agricultura, mientras que otros creen que la RSPCA ya está haciendo un trabajo encomiable en circunstancias difíciles.