Jair Bolsonaro podría ser eliminado de la carrera presidencial de 2026 si un tribunal decide que violó la ley con sus acusaciones no probadas contra el sistema de votación.
El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasilia está juzgando al expresidente ultraderechista por cargos de abuso de su cargo y uso indebido de los medios estatales cuando en julio de 2022 -a tres meses de las elecciones que perdería- convocó a diplomáticos extranjeros a una reunión en la que insistió en que las máquinas de votación electrónica de Brasil eran susceptibles de fraude a gran escala.
Bolsonaro, de 68 años, no asistió al juicio. Lo estará siguiendo desde la sureña ciudad de Porto Alegre, donde realizará mítines políticos, informó su oficina de prensa a la agencia de noticias AFP.
En la reunión de julio en el palacio presidencial, que fue transmitida en vivo por la televisión pública, Bolsonaro pasó casi una hora presentando su caso ante los embajadores reunidos, armado con una presentación de PowerPoint pero sin pruebas contundentes.
Los fiscales dicen que el evento violó la ley electoral, dado que se llevó a cabo durante la campaña polarizadora para las elecciones de octubre de 2022, que Bolsonaro perdió por poco ante su archirrival de izquierda, el ahora presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Los expertos dicen que es casi seguro que Bolsonaro será condenado, lo que le impondrá una prohibición de ocho años para postularse para un cargo público.
El excapitán del Ejército reiteró el miércoles que no había hecho nada malo.
«No hubo críticas ni ataques al sistema electoral» en la reunión, dijo a los periodistas.
«Simplemente expliqué cómo funcionan las elecciones en Brasil».
Se han programado más audiencias para el 27 y 29 de junio si es necesario y el caso podría extenderse aún más.
Bolsonaro puede apelar a la Corte Suprema si es declarado culpable.