El gobierno boliviano suspendió el miércoles la obligación de mostrar un certificado de vacunación contra el COVID-19 para poder acceder a espacios públicos y privados, ante protestas de grupos en contra de esa medida.
El requisito debía entrar en vigor el próximo lunes, pero el ministro de Salud, Jeyson Auza, dijo en conferencia de prensa que la suspensión busca “preservar” la seguridad de la población mientras dure la emergencia sanitaria “frente a ciertos grupos poblacionales que no aceptan vacunarse, crear focos de contagio y desplegando las medidas necesarias de violencia”.
La medida se da en momentos de una escalada de contagios y pugnas políticas en el partido de gobierno, el Movimiento al Socialismo (MAS).
Manifestantes afines al MAS levantaron bloqueos esporádicos en al menos tres de nueve ciudades bolivianas. El martes por la noche un grupo chocó con la policía en la región central de Cochabamba.
Después del anuncio del gobierno, las juntas vecinales y gremios de vendedores ambulantes de la vecina ciudad de El Alto, reducto del MAS, dijeron que no estaban de acuerdo y bloquearon un acceso a la ciudad de La Paz.
“Nosotros no estamos en contra de la vacuna sino en contra que se nos obligue”, dijo a los medios locales el dirigente del sector, Daniel Quenori.
El presidente Luis Arce visitó el miércoles la Confederación Sindical Única de Campesinos de Bolivia (CSUTCB), aliada de su partido, la cual solicitó el cambio de varios ministros, entre ellos el de Salud.
El pase de vacunación entró en vigencia a inicios de año con tropiezos porque la gran demanda de vacunas utilizó aglomeraciones, problemas logísticos en los centros de vacunación y también protestas. Ante ello, el gobierno dejólo en suspenso.
“Es una burla a la vida y salud de los bolivianos”, dijo el alcalde de La Paz, Iván Arias. “Después que en La Paz y otras regiones impulsan la inoculación con brigadas de vacunación puerta a puerta”.
Enrique Urquidi, diputado de la fuerza opositora Comunidad Ciudadana, dijo que “a este gobierno se le ha hecho costumbre claudicar”.
“No es un retroceso, esta medida ayudó a que mucha gente vaya a vacunarse”, dijo el diputado del MAS, Gualberto Arispe, al canal de televisión Red Uno.
Con 11,6 millones de habitantes, Bolivia suma 4,9 millones de vacunados. El país andino reporta hasta el momento 774.227 contagios y 20.377 decesos por el virus, según el Ministerio de Salud.
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