Lagos, Nigeria– El influencer transgénero de las redes sociales Okuneye Idris Olanrewaju, ampliamente conocido como Bobrisky, fue sentenciado a seis meses de prisión luego de ser declarado culpable de rociar dinero, una práctica en la que se arrojan billetes al aire, a menudo en fiestas. A pesar de su popularidad, este acto se considera ilegal según la ley nigeriana debido a la posible falta de respeto que muestra hacia la moneda nacional, la naira.
Bobrisky, que tiene cinco millones de seguidores en las redes sociales, se declaró culpable de los cargos presentados en su contra por la agencia anticorrupción de Nigeria tras su arresto a principios de este mes. La pena impuesta es la máxima permitida por el delito, sin posibilidad de multa, aunque tiene derecho a recurrir la decisión.
La condena ha provocado críticas generalizadas, en particular debido a las preocupaciones sobre la aplicación selectiva de la ley y los continuos ataques contra personas LGBTQ+ en Nigeria, un país con leyes estrictas contra las relaciones entre personas del mismo sexo. El abogado de derechos humanos Festus Ogun destacó el problema y cuestionó por qué las autoridades atacaron específicamente a Bobrisky por una práctica que se ve comúnmente en varias reuniones sociales en la nación.
Durante su juicio, Bobrisky expresó arrepentimiento y falta de conciencia sobre la legalidad de sus acciones. Solicitó una segunda oportunidad para utilizar su importante plataforma en línea para educar a otros sobre el respeto a la naira. «Soy una persona influyente en las redes sociales con 5 millones de seguidores… Ojalá me dieran una segunda oportunidad de usar mi plataforma para educar a mis seguidores contra el abuso de la naira», dijo al tribunal.
El juez que preside, Abimbola Awogboro, enfatizó que la dura sentencia debería servir como disuasivo para otros que pudieran faltarle el respeto a la moneda. «Ya basta de gente que mutila y manipula nuestras monedas. Esto tiene que parar», declaró el juez.
Este caso destaca los desafíos sociales y legales más amplios que enfrentan los miembros de la comunidad LGBTQ+ en Nigeria, lo que refleja la tensión entre los valores tradicionales y los derechos de los grupos marginados.