PARA un país conocido por su amor por los mejillones, Bélgica ha tenido que importar el sabroso molusco, pero ahora todo esto ha cambiado.
El grupo de supermercados Colruyt ha cosechado los primeros mejillones de su nueva granja de mejillones frente a la costa belga. “Finalmente, el país de los comedores de mejillones tiene sus propios mejillones”, observó el ministro Vincent Van Quickenborne.
Un año y medio después del inicio de la construcción de la primera granja marina comercial, a unos cinco kilómetros de la costa belga, Colruyt Group está cosechando los primeros mejillones belgas de su propio cultivo.
Recientemente se instalaron cuerdas de mejillón adicionales para aumentar la cantidad de mejillones disponibles para el próximo año sobre el máximo esperado de este año de 15 toneladas.
Con un consumo medio de 2,2 kg de mejillones al año, los belgas se encuentran entre los mayores consumidores de mejillones de Europa.
Sorprendentemente entonces, la producción de mejillones era inexistente hasta hace poco tiempo, aunque los mejillones salvajes están naturalmente presentes en la parte belga del Mar del Norte y los mejillones se desarrollan perfectamente allí.
Hace tres años, cuando entró en vigor el Plan Espacial Marino que permitía las actividades comerciales en el Mar del Norte, el grupo Colruyt solicitó y obtuvo los permisos necesarios para cultivar mejillones, y eventualmente también ostras y algas, en la zona de Westdiep.
Ha habido algunas críticas al concepto por parte de pescadores y ecologistas, pero el Gobierno lo apoya mucho, ya que quiere que las importaciones de todo tipo se reduzcan en la medida de lo posible y la empresa argumenta que la forma en que se cultivan los mejillones es lo más «verde» posible.
De acuerdo a VTR, El chef belga Seppe Nobel fue invitado a preparar algunos de los primeros mejillones belgas y creó un moule al estilo marroquí que estuvo disponible para degustar en Vissersplein en Ostende el viernes 21 de julio.
Stefan Goethaert, recién nombrado CEO de Colruyt Group, comentó: “La alta concentración de plancton en el área de Westdiep nos permite obtener un mejillón delicioso, muy completo, con un sabor cremoso y ligeramente salado. Un producto belga verdaderamente único”.