La victoria de regreso de Barcelona sobre Celta Vigo podría haberlos ayudado a mantener su posición en la parte superior de la mesa de La Liga, pero los titulares posteriores al partido estaban dominados tanto por el drama al margen como la acción en el campo.
La lesión de Robert Lewandowski llamó la atención temprana, pero lo que siguió fue una serie de reacciones emocionales de los jugadores frustrados con las decisiones del entrenador en jefe Hansi Flick.
El primero fue Ferran Torres, quien estaba visiblemente frustrado cuando lo retiraron alrededor de la marca de la hora a pesar del hecho de que había anotado el apertivo tan importante.
Ansu Fati, que no apareció en absoluto, incluso fue visto pateando una botella de agua con frustración cuando Flick usó todos sus sustitutos.
Héctor Fort también hizo lo mismo, especialmente dándole a Hansi el hombro frío después de que terminó el partido. Esta serie de incidentes ha llevado a mucha especulación sobre los jugadores que no están contentos con algunas de las decisiones de Flick, pero para Barcelona, no es un tema preocupante.
Barcelona no está preocupado por los jugadores haciendo berrinches
Según el periodista Toni Juanmartilas reacciones en realidad son vistas en una luz positiva por Barcelona. Creen que un poco de frustración muestra hambre, pasión y una voluntad de contribuir, todos los rasgos que se valoran altamente dentro del campamento.
Sin embargo, en lo que respecta a FATI, el personal sostiene que ha sido muy consciente de su situación desde hace algún tiempo y comprende la dura competencia por los lugares en el equipo.
En cuanto a Fort, no hubo falta de respeto; El jugador se había mudado al centro del campo durante los calentamientos, y Flick simplemente quería compartir una observación táctica.
La frustración de Ferran Torres también estaba justificada, y de hecho, dice mucho sobre su deseo de anotar y cambiar partidos para Barcelona.
Este es el tipo de actitud que ayudará al español a llenar los zapatos de Robert Lewandowski, quien ha sido marginado durante al menos tres semanas después de una nueva lesión contra Celta Vigo.