En resumen
• Manifestantes ondearon banderas rusas durante manifestaciones en Nigeria
• Las autoridades nigerianas califican el acto de traición.
• La embajada rusa niega su participación en influir en las protestas
• Al menos 13 muertos mientras continúan las protestas contra las dificultades económicas
Lagos, Nigeria– Las protestas que se están produciendo en Nigeria contra las dificultades económicas han dado un giro inesperado, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la posible influencia rusa en la nación de África occidental. Mientras las manifestaciones continúan en varios estados, la aparición de banderas rusas entre los manifestantes ha provocado controversia y ha provocado duras reacciones de las autoridades nigerianas.
Las protestas, que comenzaron el jueves pasado, son una respuesta a la peor crisis del costo de vida que ha sufrido Nigeria en una generación, exacerbada por la creciente inflación y las políticas económicas del gobierno que han debilitado la moneda local. Según informes, al menos 13 personas han muerto en las manifestaciones, que han sido objeto de acusaciones de uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad.
En un hecho sorprendente, se ha visto a algunos manifestantes ondeando banderas rusas durante manifestaciones en varios estados. Este acto ha sido rápidamente condenado por las autoridades nigerianas, y el jefe militar del país, Christopher Musa, lo ha calificado de traición. Tras una reunión con el presidente Bola Tinubu, Musa declaró que tales acciones serían tratadas como traición a la soberanía de Nigeria.
La embajada rusa en Nigeria se ha apresurado a distanciarse de estos acontecimientos. En un comunicado, la embajada negó cualquier responsabilidad por la aparición de banderas rusas, afirmando que las banderas representan decisiones personales de los manifestantes y «no reflejan ninguna posición oficial ni política del gobierno ruso».
A pesar del llamado del presidente Tinubu para que se ponga fin a las manifestaciones el domingo, las protestas han continuado. El presidente se reunió con los jefes de seguridad en Abuja el lunes y se declaró un toque de queda en el estado norteño de Kaduna, el sexto estado que implementa una medida de este tipo desde que comenzaron las protestas.
La crisis económica que alimenta los disturbios se caracteriza por una inflación que se encuentra en su nivel más alto en 28 años y por políticas gubernamentales controvertidas que han empujado al naira nigeriano a mínimos históricos frente al dólar. Si bien el presidente Tinubu ha expresado su compromiso de abordar las preocupaciones de los ciudadanos, los críticos, incluida la firma de investigación SBM Intelligence con sede en Lagos, señalan que aún no ha presentado un plan concreto para abordar los problemas.
La aparición de banderas rusas en las protestas es particularmente significativa dado el creciente sentimiento prorruso en algunas partes de África Occidental. En los últimos años, varios países de la región han acogido con agrado la intervención rusa, especialmente en casos en que golpes militares han provocado la ruptura de vínculos con naciones occidentales. Por ejemplo, el vecino del norte de Nigeria, Níger, ha elegido recientemente a Rusia como nuevo socio en materia de seguridad después de pedir a las tropas francesas y estadounidenses que se retiren.
El presidente Tinubu ha advertido a los manifestantes que no se dejen utilizar por los «enemigos de la democracia» para promover una agenda inconstitucional. Esta advertencia se produce en un momento en que Nigeria ocupa actualmente la presidencia rotatoria del bloque regional de África Occidental, la CEDEAO.
En respuesta al incidente de la bandera, el servicio secreto de Nigeria informó de la detención de sastres en el estado norteño de Kano, supuestamente responsables de confeccionar las banderas rusas que se distribuyen en la zona. Se está llevando a cabo una investigación sobre este asunto.
La controversia en torno a las banderas rusas añade una dimensión geopolítica compleja a la agitación interna de Nigeria y pone de relieve el delicado equilibrio que el país debe mantener en sus relaciones internacionales mientras enfrenta los acuciantes desafíos económicos internos.
Mientras continúan las protestas y el gobierno lidia con la crisis económica y las posibles consecuencias de la influencia extranjera, los próximos días serán cruciales para determinar el camino que Nigeria debe seguir. La situación pone de relieve la naturaleza interconectada de la política interna, la estabilidad económica y las relaciones internacionales en un panorama global cada vez más complejo.