Los trabajadores del país sudamericano están protestando contra las medidas de austeridad y las reformas planificadas por el nuevo presidente libertario Javier Milei.
Comercios, aeropuertos, bancos, escuelas y otros servicios permanecían cerrados el jueves en Argentina como parte de una huelga de 24 horas.
Los trabajadores se movilizaron contra el presidente de derecha Javier Milei, un economista y ex experto en medios de comunicación, que ganó una elección sorprendente el año pasado después de prometer impulsar la economía de Argentina.
Milei, que llevaba consigo una motosierra durante su campaña electoral, quiere rescatar a su país de la ruina financiera recortando drásticamente el gasto público.
Argentina actualmente se encuentra bajo un fuerte déficit y tiene la tasa de inflación más alta del mundo, con un aumento de casi el 300% anual.
Desde que asumió el cargo, Milei ha logrado reducir las tasas de inflación mensuales y lograr el primer superávit presupuestario trimestral de Argentina desde 2008.
Por otro lado, sus políticas de reducción de costos han elevado los ya altos niveles de pobreza y han provocado una caída en picado de la actividad económica.
La acción del jueves marcó la segunda huelga sindical a nivel nacional desde que Milei llegó al poder en diciembre pasado.
Hugo Yasky, secretario general del importante sindicato CTA, publicó en X que la huelga era contra «un gobierno que sólo beneficia a los ricos a expensas del pueblo, regala recursos naturales y busca eliminar los derechos de los trabajadores».
El gobierno ha criticado la huelga calificándola de «puramente política» y ha criticado el efecto perturbador que tiene en la vida cotidiana.
A pesar del creciente enojo de algunos argentinos, el índice de aprobación de Milei fue registrado recientemente en 49% por la principal encuestadora Isonomia.