La presentadora y actriz, Ana Obregón, ha regresado de Florida con su pequeña hija, tras su nacimiento por subrogación en marzo.
La madrugada del miércoles 31 de mayo, Obregón aterrizó en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas con la infante en brazos, se la veía feliz y lista para comenzar su nueva vida, escribe Hola.
En 2020, Ana perdió a su único hijo, Aless, por cáncer. Ana luego se convirtió en madre de Ana Sandra por subrogación, y luego anunció que su difunto hijo era el padre. Aunque la gestación subrogada está prohibida en España, es legal adoptar a un niño nacido en el extranjero.
La estrella de Ana y los 7 disfrutó de sus primeros meses de maternidad en Miami desde que nació la niña el 20 de marzo. Obregón se ha tomado un tiempo en un ambiente tranquilo, lejos de la atención mediática que naturalmente rodea a la recién nacida.
Su llegada ha sido muy esperada por la familia y los medios por igual. Poco después de su llegada, tres de los cuatro hermanos de Ana, Celia, Amalia y Javier García Obregón, fueron a recibirlos a casa de la actriz en La Moraleja. Legalmente la niña es hija adoptiva de Ana.
Hablando de la joven Amalia comentó: ‘Es super linda y muy buena’, mientras que Javier agregó: ‘Está muy bien, es maravillosa’.
No habrá mucho tiempo para que Obregón descanse, además de vincularse con su hija, tiene compromisos que cumplir con el lanzamiento de su libro El chico de las musarañas, que incluye una conferencia de prensa y una firma de libros.
El libro, que su hijo empezó a escribir durante su enfermedad y que ella completó con un desgarrador relato del viaje de una madre y su hijo. Todo lo recaudado por la venta del libro se destinará a su Fundación para la investigación del cáncer.
El libro también revela los momentos felices que pasó con su hijo en El Manatial, la casa de Ana Obregón en Mallorca.
La manguera ocupa un lugar especial en la vida de Ana, fue construida por su padre, quien falleció el año pasado, y fue el lugar donde ella y su hijo pasaron los mejores veranos de sus vidas.
Cuando Aless tenía un mes fue llevado allí por primera vez y fue el lugar donde pronunció sus primeras palabras, se dio sus primeros chapuzones en el mar y pasó su último verano.
Con estos emotivos recuerdos, Ana siente la necesidad de volver cada verano a Mallorca donde sin duda se los transmitirá a su hija Ana Sandra.