La antigua y bella ciudad de Almería debe su nombre a su impresionante ciudadela.
El nombre proviene de la palabra árabe que significa torre de vigilancia: Al-Mari'yah. El término Alcazaba en sí proviene de la palabra árabe al-qasbah, que se refiere a una fortificación amurallada dentro de una ciudad.
La construcción de la Alcazaba se inició en el siglo X, sirviendo como ciudadela defensiva. Albergó recintos militares, baños públicos, mezquita, viviendas y un palacio para los Reyes Moros durante sus visitas a la ciudad. Con el tiempo, cada gobernante añadió nuevas áreas y elementos a la Alcazaba.
Aunque la Alhambra de Granada es más conocida, la Alcazaba de Almería ostenta el título de ser la fortaleza musulmana más grande tanto de España como de Europa. Si bien la Alhambra puede ser físicamente más grande, se la considera más un palacio que una fortaleza.
La Alcazaba de Almería es una estructura imponente con impresionantes muros en forma de cortina que se elevan desde los acantilados y la convierten en una de las fortalezas árabes más formidables de España. A pesar de carecer de la intrincada decoración de la Alhambra de Granada, sigue siendo una vista magnífica.
Distintos compuestos de la Alcazaba
La Alcazaba se divide en tres recintos distintos. El más bajo, el 'Primer Recinto', fue una vez residencial, con casas, calles, pozos, baños, ahora reemplazados por exuberantes jardines y canales de agua. Desde las almenas se pueden contemplar los tejados de la ciudad y ver la Muralla de Jayran, una muralla fortificada del siglo XI construida para defender las zonas periféricas del norte y el este de la ciudad.
Más arriba, en el 'Segundo Recinto', descubrirá las ruinas del palacio de los gobernantes musulmanes, construido por el gobernante de taifa Almotacín (r. 1051-1091), en la cima de la gloria medieval de Almería. Aquí también encontrarás una capilla, la Ermita de San Juan, originalmente una mezquita. El tramo más alto, el 'Tercer Recinto', es un castillo añadido por los Reyes Católicos. Construido con bloques revestidos de arenisca de color miel, el castillo de Almería casi parece brillar al sol. Esto hace que una visita temprano en la mañana o al final de la tarde sea particularmente gratificante. El castillo y la Alcazaba son propiedad y están administrados por la Junta de Andalucía, que ha ido restaurando gradualmente la estructura y poniendo atractivos jardines. Aunque no se cobra entrada, el número de visitantes es bastante bajo, lo que brinda la oportunidad de pasear libremente y disfrutar de la belleza de esta ciudadela bajo el sol.