Alemania entregó a Colombia el viernes dos máscaras del pueblo indígena kogi que formaban parte de la colección de un museo berlinés desde hace más de un siglo, en un paso más de la devolución de artefactos históricos a medida que las naciones europeas reevalúan su pasado colonialista.
Las “máscaras solares” de madera, que se remontan a mediados del siglo XV, fueron entregadas en el palacio presidencial en Berlín al presidente colombiano Gustavo Petro. Las autoridades del museo berlinés mantuvieron contacto durante varios años con Colombia, que el año pasado solicitó su devolución de manera oficial.
“Sabemos que las máscaras son sagradas para los kogi”, que viven en la Sierra Nevada de Santa Marta del norte de Colombia, dijo el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier en la ceremonia de entrega. “Que estas máscaras tengan un buen viaje de regreso a donde se las necesita y donde siguen siendo hoy en día un puente entre la gente y la naturaleza”.
Petro festejó la devolución de las máscaras y expresó la esperanza de que se puedan recuperar más piezas.
Konrad Theodor Preuss, que fue curador del predecesor del actual Museo Etnológico de Berlín, compró las máscaras en 1915 durante un largo viaje de estudios a Colombia en el que acumuló más de 700 objetos. Según el organismo que dirige los museos de la capital alemana, no conocía su antigüedad ni que estaba prohibida su venta.
“Esta restitución es parte de cómo repensamos nuestro pasado colonial, un proceso que ha comenzado en muchos países europeos”, dijo Steinmeier. “Y festejo el hecho de que Alemania cumple un papel líder en esto”.
Gobiernos y museos en Europa y América del Norte intentan cada vez más resolver disputas sobre la propiedad de objetos saqueados en la época colonial.
El año pasado, Alemania y Nigeria firmaron un acuerdo para allanar el regreso de cientos de estatuillas conocidas como los bronces de Benín, retiradas de África por una expedición colonial británica hace más de 120 años. Las autoridades nigerianas esperan que otros países que tienen los artefactos sigan el ejemplo.
Hermann Parzinger, al frente de la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano, que supervisa el Museo Etnológico y otros en Berlín, dijo que el contexto es particularmente complejo en el caso de las máscaras kogi.
No las “robaron en un contexto violento”, y Colombia era desde tiempo atrás un país independiente, subrayó. Preuss las compró al heredero de un sacerdote kogi, que “aparentemente no tenía derecho a vender estas máscaras” —por lo que la compra “no fue del todo correcto”.
“Pero hay otro aspecto en esta discusión de contextos coloniales, que son los derechos de los pueblos indígenas”, dijo Parzinger. Una resolución de la ONU en 2007 dice que los artefactos de importancia espiritual y cultural para los grupos indígenas deben ser devueltos, resaltados.
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