“Tras años de conflicto, y desde la toma del poder por parte de los talibanes en agosto del año pasado, el país se ha sumido en una profunda crisis económica, social, humanitaria y de derechos humanos”, dijo la Alta Comisionada Michelle Bachelet.
Opresión sistemática
Admiró el coraje de las mujeres afganas al exigir sus derechos inalienables mientras enfrentaban una situación “crítica” bajo los códigos de conducta cada vez más represivos de los talibanes.
La Sra. Bachelet citó una prohibición escolar que afecta a 1,1 millones de niñas de secundaria, así como otros decretos, como la aplicación estricta de la regla del hiyab; barreras para el acceso de las mujeres al empleo, incluidas las trabajadoras de ONG, que impiden que las mujeres participen en la vida pública y política; y restringiendo severamente su libertad de movimiento, afectando su acceso a servicios de salud, medios de subsistencia y ayuda humanitaria.
«Déjame ser claro: lo que estamos presenciando hoy en Afganistán es la opresión institucionalizada y sistemática de las mujeres,”, explicó el Alto Comisionado.
Llamada para el cumplimiento
Las mujeres afganas se enfrentan rápidamente al peor escenario que muchos temían.
A pesar de haber ratificado tratados internacionales, incluido el Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujerla de facto las autoridades están lejos de cumplir con sus obligaciones internacionales.
“Hago un llamado a la de facto autoridades para honrar su compromiso con los derechos de las mujeres, para crear urgentemente un diálogo significativo con las mujeres afganas y para escuchar sus voces”, afirmó.
Perspectivas de la misión de la ONU
El alto funcionario de la ONU expresó su preocupación por la amnistía general otorgada a exfuncionarios y fuerzas de seguridad, y señaló que el Servicio de Derechos Humanos de la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA) sigue recibiendo informes fidedignos de arrestos y detenciones arbitrarias, malos tratos y ejecuciones extrajudiciales, en particular de personas relacionadas con el anterior gobierno democrático y sus instituciones.
UNAMA también continúa registrando el impacto de los ataques contra civiles, incluso en escuelas, mercados y redes de transporte público.
“Las minorías étnicas y religiosas también han sido atacadas directamente. les recuerdo a los de facto autoridades de su responsabilidad de proteger a todos los afganos sujetos a su control”, afirmó.
Violaciones de derechos
La Sra. Bachelet también expresó su preocupación por las presuntas violaciones de derechos humanos y abusos contra civiles en las provincias del norte, incluidos arrestos arbitrarios, ejecuciones extrajudiciales y tortura, y pidió a todas las partes en conflicto que «observen la moderación y respeten plenamente el derecho internacional de los derechos humanos». .
Y A pesar de los repetidos compromisos de las autoridades talibanes de respetar los derechos humanos, el espacio cívico se ha reducido rápida y dramáticamente desde su regreso a Kabul.
“Las restricciones a la libertad de opinión y expresión, el derecho a la reunión pacífica y el derecho a participar en los asuntos públicos han tenido un efecto paralizador en las personas y las comunidades”, recordó el jefe de derechos.
Cruces de crisis
Mientras tanto, las crisis humanitarias y económicas continúan teniendo un impacto devastador en todas las vidas afganas.
En medio del creciente desempleo, el 93 % de todos los hogares enfrentan un alto nivel de inseguridad alimentaria con un impacto devastador en los hogares encabezados por mujeres, las personas mayores, las personas con discapacidad y los niños.
Y el acceso a los servicios básicos, incluida la atención médica, también está disminuyendo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alguno 18,1 millones de personas necesitan servicios de salud, incluidos 3,19 millones de niños menores de cinco años.
“A todo esto se suma la evidente ausencia de mecanismos nacionales que funcionen para monitorear las violaciones de los derechos humanos, lo que limita severamente la capacidad de brindar protección básica al pueblo afgano”, dijo la Sra. Bachelet.
Y la reciente disolución de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán, el mecanismo nacional clave que brinda apoyo a los afganos que enfrentan violaciones de derechos humanos, también ha despertado su preocupación.
“Insto al establecimiento de un mecanismo independiente de derechos humanos que pueda recibir quejas del público y que pueda traer problemas y soluciones a las autoridades de facto”, dijo el Alto Comisionado.
Seguir siendo un aliado
ella aseguró que UNAMA seguirá trabajando con la de facto autoridades para promover y proteger los derechos humanos de todo el pueblo afganodocumentar los abusos de los derechos humanos, delinear las tendencias de los derechos, plantear casos individuales y abogar por la rendición de cuentas.
La representación es clave
La jefa de derechos de la ONU reiteró algunos puntos que había planteado durante y después de su visita en marzo, comenzando por la necesidad de llevar a la sociedad hacia la paz.
“La representación de todos los afganos en los procesos de toma de decisiones y políticas será crucial” para este fin y requerirá “escuchar las voces de las mujeres y las niñas”, así como “atender las llamadas de las minorías étnicas y religiosas”, destacó.
Sostuvo la necesidad de un “trabajo concertado de la de facto autoridades, espacio renovado para la sociedad civil y apoyo de la comunidad internacional” para defender los derechos humanos de todas las personas del país.
“Comprometámonos todos, con urgencia, para que esto suceda”, concluyó el Alto Comisionado.