Afganistán es actualmente el único país del mundo donde la educación secundaria y superior está estrictamente prohibida para las mujeres y niñas mayores de 12 años.
Los talibanes regresaron al poder el 15 de agosto de 2021 y rápidamente comenzaron a restringir los derechos de las mujeres.
Tres años después de la caída de Kabul, la capital del país, al menos 1,4 millones de niñas se han visto deliberadamente privadas del acceso a la educación secundaria debido a las prohibiciones.
Incluyendo a las niñas que ya estaban fuera de la escuela antes de que los talibanes reimpusieran estrictos códigos legales religiosos, ahora hay casi 2,5 millones de niñas en el país privadas de su derecho a la educación, lo que representa el 80 por ciento de las niñas afganas en edad escolar.
También se ha producido una disminución de más de la mitad del número de estudiantes matriculados en las universidades desde 2021, UNESCO Como resultado, el país se enfrentará a una escasez de graduados capacitados para trabajos altamente calificados, lo que sólo exacerbará los problemas de desarrollo, según el informe.
Un impacto igualmente fuerte en la educación primaria
Si bien técnicamente la educación de las niñas todavía está permitida hasta los 12 años, el número de matriculadas en la educación primaria ha disminuido drásticamente desde 2021.
Nuevos datos de la UNESCO muestran que Afganistán tenía solo 5,7 millones de niñas y niños en la escuela primaria en 2022, en comparación con 6,8 millones en 2019.
Esta caída de la matrícula en la escuela primaria es consecuencia de la decisión de los talibanes de prohibir que las maestras enseñen a los niños, lo que agravó la escasez de docentes. También puede explicarse por la falta de incentivos de los padres para enviar a sus hijos a la escuela, en un entorno socioeconómico cada vez más difícil.
Se teme que la creciente tasa de abandono escolar pueda provocar un aumento del trabajo infantil y del matrimonio precoz.
Métodos alternativos de aprendizaje de la UNESCO
Desde 2021, la UNESCO ha puesto en marcha programas con el apoyo de las comunidades locales en 20 de las 34 provincias del país. Se ha formado a más de 1.000 facilitadores, incluidas 780 mujeres, para impartir cursos de alfabetización, de los que se han beneficiado más de 55.000 jóvenes, la gran mayoría de ellos niñas.
La UNESCO también invierte en la enseñanza a distancia por radio y televisión, proporcionando apoyo financiero y formación a los medios de comunicación afganos que deseen desarrollar y difundir programas educativos.
La agencia de la ONU sigue pidiendo a la comunidad internacional que se comprometa plenamente a restablecer el derecho a la educación de las niñas y las mujeres en Afganistán, afirmando que la educación presencial en un aula es la mejor manera posible para que las personas aprendan.
«El derecho a la educación no se puede negociar ni comprometer. La comunidad internacional debe seguir plenamente movilizada “Para lograr la reapertura incondicional de las escuelas y universidades para las niñas y mujeres afganas”, subrayó Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO.
La comunidad internacional no debe “normalizar” el régimen talibán
Mientras tanto, 36 expertos independientes de la ONU también piden a la comunidad internacional que no normalice la situación. de facto Las autoridades de Afganistán en un declaración conjunta publicado el miércoles.
Los expertos en derechos que informan al Consejo de Derechos Humanos Y entre quienes no son personal de las Naciones Unidas se incluye el Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en el Afganistán, Richard Bennett.
“En los últimos tres años, El pueblo de Afganistán, especialmente las mujeres y las niñas, ha sido objeto de un ataque atroz e intensificado contra sus derechos y libertades por parte de un régimen que carece de legitimidad e inclusión.“El Estado ha reprimido todas las formas de disidencia, ha reprimido a la sociedad civil y a los medios de comunicación y ha mostrado un flagrante desprecio por los principios de justicia, no discriminación, igualdad y estado de derecho”, afirmaron los expertos en derechos humanos.
Los expertos destacaron que la subyugación deliberada de mujeres y niñas es tan generalizada y sistemática que ha llegado a constituir crímenes contra la humanidad, incluido el delito de persecución de género.
La situación es tan extrema que muchos afganos dicen que la mejor manera de describirla es llamándola “apartheid de género”.
“El pueblo de Afganistán merece vivir en un país donde se respeten y protejan los derechos, la dignidad y la humanidad de todos. Ahora, más que nunca, es el momento de adoptar medidas internacionales contundentes para satisfacer sus demandas con mayor protección, apoyo y solidaridad”, concluyeron.