En un ambiente de tensión política en Colombia, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, ha lanzado una propuesta para fomentar un Acuerdo Nacional, con el objetivo de establecer consensos mínimos entre diferentes sectores políticos, sociales y económicos del país.
Este intento por encontrar puntos en común llega en un momento en el que el país está polarizado e intenta desescalar el lenguaje en el debate y la deliberación política, erradicar la estigmatización y respetar la diferencia y el disenso en todos los escenarios.
El gobierno ha enfatizado que la propuesta es una herramienta para encontrar puntos de convergencia que puedan ser respetados y asumidos por todas las partes, independientemente de sus diferencias ideológicas.
¿Qué implica el Acuerdo Nacional?
El Acuerdo Nacional propuesto por el Ejecutivo gira en torno a lo que el ministro Cristo ha llamado “Acuerdo Mínimo contra la Violencia y la Democracia”, que incluye compromisos en áreas como el respeto por las instituciones, el fortalecimiento del Estado de derecho y la implementación. de políticas socioeconómicas inclusivas para los sectores más vulnerables de la población.
Según el ministro, estos pilares son esenciales para evitar las confrontaciones políticas y sociales, y representan un esfuerzo para superar las diferencias con el fin de buscar la reconciliación nacional y la convivencia pacífica que aún anhela Colombia.
“Se trata de un proceso incluyente y participativo que buscará una metodología de construcción de consensos y acuerdos y que convocará a las diferentes instancias de diálogo institucional y sectores sociales representativos”, declaró el ministro Cristo.
Para el analista político y profesor de la Universidad Javeriana de Bogotá Camilo González, será muy difícil que la propuesta sea bien recibida por varios sectores de la oposición, porque los partidos ya “están pensando en las elecciones presidenciales”.
“A medida que se van acercando las elecciones la discusión está en cómo organizarse para ganar las elecciones de 2026. El 2025 ya es un año preelectoral, los partidos van a empezar a formalizar alianzas e incluso a definir candidatos y en ese sentido los partidos no van a centrarse en esa discusión”, explicó González a la Voz de America.
El contexto politico
El llamado a este Acuerdo Nacional se cruza con un momento especialmente complejo. El martes, el Consejo Nacional Electoral (CNE) decidió abrir una investigación administrativa contra la campaña presidencial del presidente Gustavo Petro por presuntamente violar los topes económicos en 2022, lo que enrarece aún más el ambiente político y que ha sido calificado por el presidente como un intento de «golpe de Estado».
Además, Petro ha sugerido en varias ocasiones la posibilidad de convocar una Asamblea Constituyente ante la imposibilidad de que sus reformas sociales no hayan logrado aprobarse en el Congreso, lo que ha sido visto por algunos sectores opositores como una estrategia de Petro para consolidarse en el poder.
Los analistas consideran que este proceso del CNE podría colocar la discusión del Acuerdo Nacional en un panorama incierto, pues dependerá si las fuerzas políticas están dispuestas a comprometerse con un diálogo.
“No todo el acuerdo va a ser una realidad porque los partidos que se sumen no van apoyar todo lo propuesto y seguramente los partidos le darán el sí a algunos puntos”, agregó González.
En esa orden, para el monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal Colombiana para las relaciones Iglesia – Estado, el Acuerdo Nacional manifiesta la urgencia de encontrar soluciones a los problemas que aquejan al país.
“Hay millones de colombianos que están desconectados de una estructura de presencia estatal y para poder avanzar tenemos que colocarnos delante de esos territorios y si como nación logramos, con una gran decisión desde todos los sectores, enfocarnos en estas poblaciones vamos a dar un paso adelante muy importante”, dijo.
Aunque el Acuerdo Nacional busca establecer una plataforma de mínimos que trascienda las diferencias políticas, monseñor Fabio señala que es necesario seguir buscando “caminos” para encontrar un consenso “amplio” en un ambiente tan polarizado.
“La iglesia sigue insistiendo en la necesidad de aclimatar el diálogo y que nos coloquemos en la tarea de definir aquellos puntos que sin dejar atrás las identidades y las diversidades podamos converger en la necesidad de construir una nación mucho más reconciliada”, destacó.
A pesar del optimismo con el que fue lanzada la proposición que deberá discutirse en el Congreso, los analistas señalan que por cómo se ha dado la relación entre el oficialismo y la oposición complican la posibilidad de que se logre un consenso amplio.
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