LIMA, Perú (AP) — Activistas por los derechos LGBTQ se manifestaron el miércoles frente a la oficina del fiscal para exigir que se realice una autopsia a un hombre transgénero peruano que murió a principios de este mes después de ser detenido en la isla turística indonesia de Bali.
Rodrigo Ventocilla, un estudiante de posgrado de la Universidad de Harvard de 32 años, murió el 11 de agosto en un hospital de Bali. Había sido detenido el 6 de agosto después de llegar al aeropuerto de la isla. Su esposo peruano, Sebastián Marallano, también fue detenido cuando intentaba ayudar a Ventocilla.
La pareja, que se casó en Chile, se fue de luna de miel a Bali.
El cuerpo de Ventocilla fue sacado de Indonesia y se espera que llegue pronto a Lima, y sus familiares quieren que los funcionarios en Perú determinen la causa de la muerte, diciendo que sospechan que las autoridades indonesias abusaron de Ventocilla. Los funcionarios indonesios lo niegan.
“Fue detenido por su identidad de género. Su documento de identidad no coincidía con su apariencia. Eso lo convirtió en sospechoso para la policía de Indonesia. Fue extorsionado, torturado y ha muerto”, dijo a The Associated Press Luzmo Henríquez, representante de la familia del occiso.
Las autoridades indonesias niegan cualquier acto de violencia y discriminación. “Todo salió de acuerdo con la operación estándar”, dijo el lunes Stefanus Satake Bayu Setianto, un portavoz de la policía de Bali.
Funcionarios en Indonesia dijeron que los agentes de aduanas encontraron un paquete de brownies con Ventocilla que sospechaban que podría contener cannabis y lo entregaron a la policía. Las autoridades dijeron que Ventocilla fue llevado al hospital la mañana del 9 de agosto después de mostrar síntomas de depresión y quejarse de dolores de estómago. Murió en el hospital el 11 de agosto.
Activistas LGBTQ protestaron frente al Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú la semana pasada, quejándose de que las autoridades peruanas no investigaron de forma independiente la muerte de Ventocilla y acogieron sin cuestionamientos la versión de las autoridades de Indonesia.