Los cambios en el cerebro causados por la enfermedad de Alzheimer están asociados con el acortamiento de los telómeros, las cubiertas protectoras en los extremos de los cromosomas que se acortan a medida que las células envejecen, según un nuevo estudio dirigido por Anya Topiwala de Oxford Population Health, parte de la Universidad de Oxford, Reino Unido, publicado el 22 de marzo en la revista de acceso abierto MÁS UNO.
Los telómeros en los cromosomas evitan que el ADN se degrade, pero cada vez que una célula se divide, los telómeros pierden parte de su longitud. Los telómeros cortos son un signo de estrés y envejecimiento celular, y también están asociados con un mayor riesgo de trastornos neurológicos y psiquiátricos. Actualmente, se sabe poco sobre los vínculos entre la longitud de los telómeros y los cambios que ocurren en los cerebros de las personas con afecciones neurológicas. Comprender esas relaciones podría ofrecer información sobre los mecanismos biológicos que causan los trastornos neurodegenerativos.
En el nuevo estudio, los investigadores compararon la longitud de los telómeros en los glóbulos blancos con los resultados de resonancias magnéticas cerebrales y registros electrónicos de salud de más de 31,000 participantes en el Biobanco del Reino Unido, una base de datos biomédica a gran escala y un recurso de investigación que contiene información genética, de estilo de vida y de salud anonimizada de medio millón de participantes del Reino Unido. El análisis reveló que los pacientes con telómeros más largos también tendían a tener una mejor salud cerebral. Tenían un mayor volumen de materia gris en sus cerebros en general y un hipocampo más grande, los cuales se encogen en pacientes con enfermedad de Alzheimer. Los telómeros más largos también se asociaron con una corteza cerebral más gruesa, la capa exterior plegada de materia gris, que se adelgaza a medida que avanza la enfermedad de Alzheimer. Los investigadores especulan que, por lo tanto, los telómeros más largos podrían ayudar a proteger a los pacientes de desarrollar demencia, aunque no hubo asociación con el accidente cerebrovascular o la enfermedad de Parkinson.
En general, los hallazgos muestran que los telómeros más cortos pueden estar relacionados con múltiples cambios en el cerebro asociados con la demencia. Hasta la fecha, este es el estudio más grande y rico de las relaciones entre la longitud de los telómeros y los marcadores de resonancia magnética en el cerebro. Las asociaciones sugieren que el envejecimiento acelerado en el cerebro, como lo indica la longitud de los telómeros, podría representar una vía biológica que conduce a la enfermedad neurodegenerativa.
Los autores agregan: «Encontramos asociaciones entre la longitud de los telómeros, un marcador del envejecimiento biológico, y múltiples aspectos de la estructura del cerebro. Esto puede explicar por qué las personas con telómeros más largos tienen un menor riesgo de demencia».