Los jueces de Túnez suspenderán el trabajo en los tribunales durante una semana y realizarán una sentada para protestar contra la purga de sus filas, en medio de las crecientes tensiones por los intentos del presidente de consolidar el gobierno de un solo hombre.
El presidente Kais Saied destituyó esta semana a 57 jueces, acusándolos de corrupción y de proteger a los terroristas en una campaña contra el poder judicial, su último paso para reforzar su control del poder en el país del norte de África.
El juez Hammadi Rahmani dijo que una reunión de jueces el sábado votó por unanimidad suspender el trabajo en todos los tribunales y comenzar la sentada.
La huelga comenzará el lunes en todas las instituciones judiciales y podría extenderse, dijo Anas Hamaidi, presidente de la Asociación de Jueces.
El verano pasado, Saied tomó el poder ejecutivo en un movimiento que sus enemigos llamaron un golpe de estado, antes de dejar de lado la constitución de 2014 para gobernar por decreto y destituir al parlamento electo.
Entre los jueces despedidos esta semana estaba Youssef Bouzaker, el exjefe del Consejo Judicial Supremo cuyos miembros Saied reemplazó este año.
El consejo había actuado como el principal garante de la independencia judicial desde la revolución de Túnez de 2011 que introdujo la democracia.
En una sesión a la que asistieron cientos de jueces, algunos de los jueces destituidos dijeron que la depuración se produjo luego de que rechazaran intervenciones del ministro de Justicia y, en algunos casos, de personas cercanas al presidente.
“Esta injusticia no pasará en silencio…. Estas voces libres nunca serán silenciadas”, dijo Hamaidi. “El ataque no fue solo contra los jueces, sino contra la ley y las libertades”.
Rahed Ghannouhci, el presidente del parlamento disuelto, pidió en una declaración que “las fuerzas nacionales, los partidos y la sociedad civil apoyen a los jueces en la resistencia a la brutal dictadura para preservar un poder judicial independiente”.
La purga del poder judicial de Saied provocó la indignación internacional. Washington lo acusó de socavar las instituciones democráticas de Túnez.