Se espera que las muertes por COVID-19 en la región africana disminuyan en casi un 94 % en 2022, en comparación con 2021, que fue el año más letal de la pandemia, según un nuevo modelo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque la aparición de nuevos casos más letales las variantes podrían detener el declive.
“El nuevo análisis anticipa una disminución de casi el 94 % en ese número para la región para fines de 2022. Si bien los avances en la reducción de las tasas de mortalidad son un gran logro y un testimonio de los esfuerzos inquebrantables de los países y socios, ese número sigue siendo inaceptablemente alto”, dijo el Dr. Matshidiso Moeti, Director Regional de la OMS para África, en una conferencia de prensa en línea el jueves.
El análisis, que se publicó esta semana en la revista científica The Lancet Global Health, encuentra que si bien la región reportó 113,102 muertes en 2021 a través de los canales oficiales, aproximadamente una de cada tres muertes se pasó por alto y el número real de muertes fue superior a 350,000, alrededor 970 por día.
El modelo sugiere que se esperan alrededor de 23.000 muertes para fines de 2022, alrededor de 60 por día, si las variantes actuales y la dinámica de transmisión se mantienen constantes.
Sin embargo, una variante que sea un 200% más letal provocaría un aumento de las muertes a más de 70.000.
Un número significativo de casos tampoco se han denunciado. Los hallazgos del estudio infieren que solo se registra uno de cada 71 casos de COVID-19 en la región y se prevén 166,2 millones de contagios en 2022 frente a los 227,5 millones estimados ocurridos en 2021.
La brecha en el número de casos y muertes en 2022 se debe al aumento de la vacunación, la mejora de la respuesta pandémica y la inmunidad natural de infecciones previas que, si bien no previenen las reinfecciones, detienen las formas graves de la enfermedad y las muertes.