Las células T, como nos enseñan los libros de texto de biología, son los soldados del sistema inmunológico, constantemente listos para responder a una variedad de amenazas, desde virus hasta tumores. Sin embargo, sin descanso y mantenimiento, las células T pueden morir y dejar a sus huéspedes más susceptibles a los patógenos, informan los científicos de Yale el 27 de mayo en la revista. Ciencias.
«Es posible que tengamos que cambiar la forma en que enseñamos la biología de las células T», dijo Lieping Chen, profesor de investigación del cáncer de United Technologies Corporation en Yale y profesor de inmunobiología, dermatología y medicina y autor principal del estudio.
Hasta que se detectan los patógenos, las células T permanecen en estado de reposo. Sin embargo, los mecanismos moleculares que mantienen inactivas a las células T se desconocían previamente.
En el nuevo estudio, los investigadores de Yale muestran que una proteína conocida como CD8a, que se encuentra en un subconjunto de células T llamadas células CD8, es crucial para mantener las células en este estado latente. Cuando los científicos eliminaron esta proteína en ratones, las células protectoras CD8 no pudieron entrar en un estado de reposo y murieron, dejando al huésped vulnerable a las infecciones.
Además, identificaron otra proteína, PILRa, que proporciona una señal bioquímica a CD8a. Al interrumpir este par de proteínas, tanto las células CD8 de «memoria» (células que previamente habían estado expuestas a patógenos) como las células vírgenes murieron porque carecían de la capacidad de permanecer en un estado de reposo.
Los investigadores esperan que comprender por qué este estado de reposo es crucial para el mantenimiento y la supervivencia de las células T pueda conducir a una mejor función del sistema inmunitario.
Chen anotó que, a medida que las personas envejecen, tienden a perder células T ingenuas y de memoria, lo que hace que las personas mayores sean más susceptibles a las infecciones. Es posible que la incapacidad de las células T para permanecer en un estado de reposo pueda hacer que las personas se vuelvan más susceptibles a las infecciones y el cáncer, sugieren los autores.
Fuente de la historia:
Materiales proporcionado por Universidad de Yale. Original escrito por Bill Hathaway. Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.