Estados Unidos trató a Haití como una caja registradora
Cuando el ejército estadounidense invadió Haití en el verano de 1915, la explicación oficial fue que Haití era demasiado pobre e inestable para dejarlo a su suerte. El secretario de Estado, Robert Lansing, hizo pocos esfuerzos por enmascarar su desprecio por la “raza africana”, presentando la ocupación como una misión civilizadora destinada a acabar con la “anarquía, el salvajismo y la opresión”.
Pero un indicio de otros motivos se había producido el invierno anterior, cuando un pequeño equipo de marines entró en el banco nacional de Haití y salió con 500.000 dólares en oro. En cuestión de días, estaba en la bóveda de un banco de Wall Street.
“Ayudé a hacer de Haití y Cuba un lugar decente para que los muchachos del National City Bank recaudaran ingresos”, dijo años después el general que dirigió las fuerzas estadounidenses en Haití, describiéndose a sí mismo como un “mafioso del capitalismo”.
National City Bank fue el predecesor de Citigroup y, junto con otros poderes en Wall Street, presionó a Washington para que tomara el control de Haití y sus finanzas, según décadas de correspondencia diplomática, informes financieros y registros de archivo revisados por The Times.
Durante las próximas décadas, Estados Unidos fue la potencia dominante en Haití, disolvió el parlamento a punta de pistola, mató a miles y envió una gran parte de las ganancias de Haití a los banqueros de Nueva York, mientras que los agricultores que ayudaron a generar las ganancias a menudo vivían al borde de la inanición.
¿Qué es el Proyecto 1619?
Reconociendo un momento histórico. En agosto de 2019, The New York Times Magazine lanzó el Proyecto 1619, encabezado por Nikole Hannah-Jones. El proyecto exploró la historia de la esclavitud en los Estados Unidos y se lanzó coincidiendo con el aniversario de un barco que transportaba a los primeros africanos esclavizados a las colonias inglesas.
Algunos historiadores citan ganancias tangibles para Haití durante la ocupación estadounidense, como hospitales, 800 millas de caminos y un servicio civil más eficiente. Pero también señalan el uso estadounidense del trabajo forzoso, con soldados que atan a los trabajadores con cuerdas, obligan a los haitianos a construir carreteras sin paga y disparan a quienes intentan huir.
Durante una década, una cuarta parte de los ingresos totales de Haití se destinó al pago de deudas controladas por el National City Bank y su filial, según casi dos docenas de informes anuales preparados por funcionarios estadounidenses y revisados por The Times.
A veces, los oficiales estadounidenses que controlaban las finanzas de Haití gastaron más dinero pagando sus propios salarios y gastos que en la salud pública de todo el país de unos dos millones de habitantes.