El parlamento de Francia aprobó el domingo una ley que excluirá a las personas no vacunadas de todos los restaurantes, estadios deportivos y otros lugares, la medida central de los esfuerzos del gobierno para proteger los hospitales en medio de un número récord de infecciones provocadas por la variante altamente contagiosa Omicron.
La Asamblea Nacional aprobó la ley con una votación de 215-58. El presidente centrista Emmanuel Macron esperaba impulsar el proyecto de ley más rápido, pero se retrasó un poco debido a la resistencia de los legisladores tanto de derecha como de izquierda y cientos de enmiendas propuestas.
Más del 91 por ciento de los adultos franceses ya están completamente vacunados, y algunos críticos han cuestionado si el «pase de vacuna» marcará una gran diferencia.
El gobierno de Macron espera que el nuevo pase sea suficiente para limitar la cantidad de pacientes que llenan hospitales sobrecargados en todo el país sin recurrir a un nuevo cierre.
Las nuevas medidas de confinamiento asestarían otro golpe a la economía y también podrían empañar las posibilidades de reelección de Macron en las elecciones presidenciales del 10 de abril.
Hasta ahora, se ha requerido un pase COVID-19 en Francia para ir a restaurantes, cines, museos y muchos sitios en todo el país, pero se ha permitido la entrada a personas no vacunadas si muestran una prueba negativa reciente o prueba de recuperación reciente.
La nueva ley exige la vacunación completa para dichos lugares, incluidos los sitios turísticos, muchos trenes y todos los vuelos nacionales, y se aplica a todas las personas mayores de 16 años.
Se podrían hacer algunas excepciones para aquellos que se recuperaron recientemente de COVID-19. La ley también impone multas más duras por pases falsos y permite controles de identidad para evitar fraudes.
Más del 76 por ciento de las camas de UCI francesas están ocupadas por pacientes con virus, la mayoría de ellos sin vacunar, y unas 200 personas con el virus mueren todos los días.
Como muchos países, Francia está bajo el control de la variante Omicron, registrando más de 2.800 casos positivos por cada 100.000 personas durante la última semana.