El ejército ruso, el jueves, golpeó el centro de Kiev durante la visita del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dejando tres heridos.
Según el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, hubo «dos impactos en el distrito de Shevchenkovsky», uno de ellos en los pisos inferiores de un edificio residencial, informa AFP.
Klitschko dijo que tres personas habían sido llevadas al hospital, sin embargo, no dio detalles sobre el alcance de sus heridas.
Un asistente cercano al jefe de la ONU envió un mensaje a los periodistas confirmando que estaban a salvo.
La medida provocó una respuesta furiosa del gobierno de Ucrania, y el ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, lo denunció como un «acto atroz de barbarie» que demostró la «actitud de Rusia hacia Ucrania, Europa y el mundo».
El ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, también arremetió y escribió en Twitter: “Este es un ataque a la seguridad del secretario general y la seguridad mundial”.
El bombardeo ocurrió una hora después de que el presidente Zelenskyy celebrara una conferencia de prensa con el secretario general de la ONU, quien dijo que Ucrania se ha convertido en “un epicentro de angustia y dolor insoportables”.
Guterres visitó a Putin el martes para discutir la necesidad urgente de que las fuerzas rusas permitan corredores humanitarios para las evacuaciones de civiles.
El ataque con misiles puede verse como la respuesta no diplomática de Putin a la solicitud.
La ironía del momento no pasó desapercibida para Mykhaylo Podolyak, un alto asistente de Zelensky.
“Objetos de misiles en el centro de Kiev durante la visita oficial de @antonioguterres. El día anterior estaba sentado en una mesa larga en el Kremlin, y hoy las explosiones están sobre su cabeza”, tuiteó.
En una conferencia de prensa justo antes de los ataques con misiles, Guterres condenó las atrocidades cometidas en ciudades como Bucha, donde se encontraron pruebas de asesinatos masivos de civiles después de que Rusia se retirara ante una resistencia inesperadamente fuerte.