La poligrisis duradera de Myanmar: cuatro años en un viaje tumultuoso, lanzado el miércoles, señala la imagen sombría de una nación en caída libre, con casi la mitad de la población viviendo por debajo de la línea de pobreza, los servicios esenciales que se desmoronan y la economía en desorden.
Sin una resolución política a la vista, se espera que la crisis empeore en el próximo año.
«El próximo año probará la resistencia de Myanmar a sus límites«, Advierte el informe, pidiendo un compromiso internacional urgente para mitigar un mayor sufrimiento y evitar el colapso total.
«Un Myanmar más estable y pacífico que prospera en una economía legal, lo protege de los activos de recursos humanos y naturales e invierte en la seguridad y la prosperidad de todas sus personas también está en el interés propio de sus vecinos y la comunidad internacional escrito grande». Se agregó.
Boom del mercado negro
Desde 2020, El producto interno bruto (PIB) de Myanmar ha contratado en un nueve por cientoinvirtiendo el progreso económico de la década anterior.
La inflación alcanzó el 25.4 por ciento alcanzada en 2024, erosionando aún más el poder adquisitivo del hogar. El déficit comercial se disparó al 2.2 por ciento del PIB, exacerbado por restricciones severas en el comercio transfronterizo, y La moneda se desplomó más de 1,330 kyat por dólar estadounidense en 2021 a 4,520 en 2025, lo que hace que las importaciones sean inasequibles y envíen precios al volcantes.
La situación económica empeoró aún más, ya que el país fue incluido en la lista negra por la Fuerza de Tarea de Acción Financiera (FATF) por no combatir el lavado de dinero y el financiamiento terrorista.
En este contexto, La economía ilícita de Myanmar está prosperando Y se ha convertido en el principal productor mundial de opio y heroína, y uno de los fabricantes más grandes de metanfetaminas.
La industria de Jade, valorada en miles de millones de dólares anuales, permanece en gran medida no regulada, alimentando la corrupción y la degradación ambiental. El juego ilegal, la trata de personas y las operaciones de estafa han florecido a lo largo de las fronteras porosas del país.
Sociedad en crisis
El conflicto en curso de Myanmar ha desplazado a más de 3.5 millones de personas dentro del país y ha llevado a muchas más a través de sus fronteras. Las personas desplazadas internamente (IDP) carecen de asistencia y protecciones vitales, y las comunidades de acogida se están tambaleando bajo los recursos tensos.
El hambre está alcanzando niveles catastróficos y la productividad agrícola ha disminuido en un 16 por ciento desde 2021, en gran parte debido a conflictos y desastres relacionados con el clima.
La escasez de fertilizantes, los precios del combustible se disparan y las interrupciones comerciales han aumentado el precio del arroz básico en un 47 por ciento en algunas regiones. El estado occidental de Rakhine es particularmente vulnerable, y la producción de alimentos se proyecta que satisfaga solo el 20 por ciento de las necesidades locales a mediados de 2025, lo que aumenta los temores de las condiciones de hambre.
Los servicios públicos también se ven gravemente afectados, y más de la mitad del país carece de acceso a la electricidad y hospitales fuera de servicio en zonas de conflicto.
Inminente drenaje cerebral
La grave situación económica y de seguridad ha llevado a un Éxodo de la juventud de Myanmarcon 3,7 millones de migrar a Tailandia para 2023. Muchos enfrentan explotación y trabajo forzado debido a las vías de migración legal restrictiva, mientras que aquellos que permanecen corren el riesgo de atribuir el servicio militar obligatorio al ejército.
Las tasas de inscripción escolar también han disminuido significativamente, ya que el acceso a las instalaciones educativas ha sido interrumpida por las dificultades de conflicto y económicos. En el año académico 2023/2024, más del 20 por ciento de los niños no asistían a la escuela.
Crisis u oportunidad?
La perspectiva de Myanmar sigue siendo precaria. Si las tendencias actuales continúan, la pobreza aumentará aún más, la migración se intensificará y la frágil economía del país luchará bajo el peso del conflicto continuo y el aislamiento internacional, advierte el informe.
A pesar de la crisis de profundización de Myanmar, existen oportunidades de recuperación.
El informe destaca la resiliencia de las comunidades locales y el potencial de las organizaciones de la sociedad civil en la reconstrucción de la cohesión social. Involucrar a la diáspora a través de la educación y el desarrollo de habilidades podría ayudar a retener y atraer talento, mientras que expandir oportunidades para las mujeres en los negocios y el empleo podría impulsar los ingresos domésticos.
La revitalización agrícola, a través de cultivos y riego resistentes al clima, es crucial para la seguridad alimentaria, mientras que la inversión en protección del medio ambiente, como la reforestación y la restauración de manglares, podría salvaguardar los empleos en el futuro.