El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró una emergencia nacional en la frontera entre Estados Unidos y México y planea enviar sus tropas para ayudar a apoyar a los agentes de inmigración y restringir el acceso a refugiados y solicitantes de asilo.
Venezuela está esperando que los migrantes regresen a sus hogares después de que se cancelaron las citas para ingresar a Estados Unidos bajo la nueva administración Trump, dijo el martes el presidente Nicolás Maduro.
Sus comentarios se producen después de que Washington y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos anunciaran el lunes que la aplicación CBP One ya no se utilizaría para admitir inmigrantes en el país.
En un discurso televisado, Maduro dijo que los migrantes que regresen “recuperarán muchas cosas: el respeto como seres humanos. Pero también su derecho a venir a divertirse con sus familias y sus amigos”.
“Yo siempre digo, mis queridos hermanos y hermanas migrantes, Venezuela los está esperando”, dijo Maduro.
«Todos regresarán para que podamos ser felices en esta tierra, trabajando, produciendo y abrazándonos. Y también recuperaréis el derecho más sagrado: el derecho a ir de fiesta».
La aplicación CBP One permitió que casi 1 millón de personas ingresaran a los EE. UU. desde su introducción en enero de 2023. Sin embargo, a miles de solicitantes se les dijo que sus citas en febrero fueron canceladas, justo después de la toma de posesión del presidente Donald Trump.
El gobierno de Venezuela lanzó un plan en 2018 para que los migrantes regresaran a Venezuela llamado “Plan Retorno a la Patria”.
Desde entonces, el gobierno de Maduro fletó periódicamente a migrantes de otras naciones sudamericanas e incluso de Estados Unidos cuando los vuelos de deportación directa se reanudaron en 2023 después de muchos años de suspensión.
Maduro había prestado juramento para un tercer mandato como presidente de Venezuela a principios de este año, pero la oposición del país y la Unión Europea denunciaron su toma de posesión como ilegítima en medio de acusaciones de recuento fraudulento de votos.
Estados Unidos también denunció la elección “falsa” e impuso nuevas sanciones contra Caracas, en particular aumentando la recompensa a 25 millones de dólares (23,9 millones de euros) por cualquier información que conduzca a llevar al líder venezolano ante la justicia.
Millones de venezolanos han sido expulsados del país durante la década de gobierno de Maduro después de enfrentar disturbios políticos, declive económico y una aguda escasez de recursos vitales como alimentos, medicinas y electricidad.