Doug Chrismas, un destacado marchante de la escena artística de Los Ángeles desde los años 1970 y 1980, ha sido sentenciado a 24 meses de prisión federal. Condenado en mayo pasado por tres cargos de malversación de fondos de la quiebra de su galería, Chrismas se presentará en prisión el 17 de febrero, según el New York Times. Los fiscales federales pidieron una sentencia más severa, citando un patrón de mala conducta financiera que resultó en pérdidas de millones de dólares.
Chrismas, que ahora tiene 80 años, fue fundamental en la configuración del arte contemporáneo en Los Ángeles, exhibiendo artistas como Robert Irwin y Donald Judd. Sin embargo, su legado se ha visto mancillado por décadas de disputas financieras y una avalancha de demandas por parte de artistas y acreedores. Una entrada del diario de Andy Warhol en 1979 aludía a la falta de pago por las obras de arte vendidas, presagiando controversias posteriores.
El proceso de sentencia se retrasó porque la defensa de Chrismas solicitó la libertad condicional, citando su avanzada edad. Los fiscales, sin embargo, destacaron la gravedad de sus acciones. El juez de quiebras estadounidense Robert Kwan describió la malversación de 264.000 dólares como “la punta del iceberg” y estimó el total de fondos desviados en más de 14 millones de dólares. Esta mala conducta, dijo Kwan, causó “un gran daño intangible” a la integridad del sistema de quiebras y litigios prolongados para los acreedores.
Sam Leslie, el síndico de quiebras que consiguió una sentencia civil en 2022 contra Chrismas, se hizo eco de estas preocupaciones y señaló que los fondos desviados podrían haber resuelto todas las reclamaciones pendientes. En cambio, muchos acreedores seguirán impagos. Artistas, incluida Mary Corse, contaron años de disputas financieras con Chrismas, y Corse alegó que le debía aproximadamente 3 millones de dólares y que se quedó con varias de sus obras de arte a pesar de la recuperación parcial durante el procedimiento de quiebra.
Chrismas continúa conservando una base de seguidores leales, particularmente entre los coleccionistas más antiguos de Los Ángeles. Las cartas presentadas al tribunal enfatizaron su impacto transformador en el mundo del arte y su compromiso de reinvertir en exposiciones y espacios. Jarl Mohn, un destacado mecenas de las artes de Los Ángeles, atribuyó a la orientación de Chrismas el aumento del valor de las obras de arte compradas, mientras que otros describieron su estilo de vida como humilde y desinteresado.