El enviado especial de las Naciones Unidas para la región de los Grandes Lagos, Huang Xia, ha condenado el colapso del alto el fuego en el este de la República Democrática del Congo (RDC) y la expansión territorial del grupo rebelde M23.
Xia ha instado a las partes en conflicto a cesar las hostilidades y entablar un diálogo para evitar un mayor derramamiento de sangre.
Los combates entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes del M23 se han intensificado en el este de la República Democrática del Congo desde finales del año pasado.
Los rebeldes capturaron recientemente la ciudad clave de Masisi, en la provincia de Kivu del Norte, lo que obligó a cientos de civiles a huir de sus hogares.
El enviado especial de la ONU condenó la violencia y pidió a ambas partes entablar un diálogo.
Angola media en las conversaciones entre la República Democrática del Congo y Ruanda desde 2022.
El presidente congoleño, Felix Tshisekedi, debía reunirse con su homólogo ruandés, Paul Kagame, en Angola en diciembre para firmar un acuerdo de paz.
Pero su reunión fue cancelada después de que no estuvieron de acuerdo sobre una demanda para que la República Democrática del Congo mantuviera conversaciones directas con los rebeldes del M23.
Los combates se intensificaron tras el fracaso de las conversaciones.
El gobierno de la República Democrática del Congo y expertos de la ONU acusan a Ruanda de desplegar tropas en el este de la República Democrática del Congo para luchar junto a los rebeldes del M23.
Ruanda negó la acusación y acusó a la República Democrática del Congo de apoyar a un grupo rebelde conocido como Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR).
Está compuesto por hutus étnicos a quienes se culpa de llevar a cabo el genocidio de Ruanda de 1994 contra los tutsis.
El conflicto en curso se ha cobrado miles de vidas y ha desplazado a más de 2 millones de personas desde 2023.
La ONU y otros organismos regionales están presionando para que se reanuden las conversaciones de paz para poner fin al conflicto.