#Lavidapuedecambiarenunmomento, así que apreciemos nuestro tiempo ahora. Crédito: Medios EWN
Mientras lees esto, la alegría y el torbellino de la Navidad ya serán un recuerdo, y estamos en la cúspide de un nuevo año: 2025 está llamando. Para la mayoría, esta es una temporada de reflexión, celebración y planificación. Es un momento para reflexionar sobre lo que hemos logrado, hacer un balance de lo que hemos perdido y establecer intenciones sobre dónde queremos estar el próximo año.
Pero 2024 ha sido un año marcado por dolor, pérdidas y desafíos inimaginables para muchos en nuestra comunidad y más allá. Aquí en España, las devastadoras tormentas de Dana arrasaron vidas, dejando a miles de personas sin hogar y lamentando la pérdida de seres queridos y posesiones: recuerdos invaluables que ninguna tormenta podría reemplazar.
Sin embargo, en medio de la devastación, una cosa brilló intensamente: esperanza. Las comunidades se unieron, unidas por el amor, la bondad y la creencia de que el mañana podría traer sanación y restauración.
La esperanza es lo que nos permite seguir adelante, incluso ante el desamor. Para quienes han perdido a seres queridos, es la esperanza la que nos ayuda a adaptarnos a una nueva vida que nunca anticipamos. A medida que nos acercamos al año 2025, abracemos todos la esperanza y la gratitud como luces guía para el año que viene.
Este es el momento de recordarnos que la vida es fugaz y preciosa. Comprometámonos a vivir plenamente el presente, valorando el hoy como su regalo. Apreciemos a las personas que tenemos en lugar de añorar las que no tenemos. Practiquemos la gratitud por las bendiciones que nos rodean y extendamos la bondad a los menos afortunados.
2025 no se trata de perseguir la perfección, sino de progresión:
– Progresar en el amor al prójimo.
– Progresar en el cultivo de la gratitud.
– Progresar en la búsqueda de la paz y la alegría en el momento presente.
El año pasado nos mostró lo rápido que puede cambiar la vida, pero también nos recordó la fuerza que encontramos en la unión. Estés donde estés el 31 de diciembre, estés con quien estés, levanta una copa, no sólo por el año que ha pasado, sino por este momento, ahora mismo.
Difundamos el regalo más grande de todos: esperanza. Hagamos del 2025 un año lleno de gratitud, bondad y amor por nosotros mismos y por los demás.
Feliz año nuevo, querido lector. Que sea un año de abundancia, paz interior y esperanza ilimitada para todos.
#Lifecanchangeinamoment: apreciemos nuestro tiempo ahora