Los trabajadores de la recogida de residuos de Lisboa están en huelga, dejando montones de basura por toda la ciudad mientras los sindicatos exigen mejores condiciones y acusan a las autoridades de no abordar los problemas.
Lisboa está lidiando con una creciente crisis de residuos mientras los trabajadores de la recolección de residuos se encuentran en el segundo y último día de una huelga en toda la ciudad el viernes.
Organizada por el Sindicato de Trabajadores Municipales de Lisboa (STML) y el Sindicato de Trabajadores de la Administración Local (STAL), la huelga ha dejado montones de basura sin recoger en toda la capital portuguesa durante la ajetreada temporada festiva, cuando los niveles de residuos suelen aumentar.
Los residentes han recurrido a las redes sociales para criticar al alcalde Carlos Moedas, acusando a su administración de mal manejo de la gestión de residuos de la ciudad.
La Alcaldía reconoció que la capital enfrenta «una situación difícil» debido a la huelga, y estimaciones sindicales indican que la participación alcanzó el jueves el 80%.
«A pesar de los máximos esfuerzos para recoger los residuos, nos estamos quedando atrás a medida que se sigue acumulando más basura», dijo Pedro Moutinho, del Ayuntamiento de Lisboa, en declaraciones a la agencia de noticias Lusa.
Para ayudar a aliviar la situación, el ayuntamiento ha colocado 57 contenedores adicionales para residuos orgánicos y reciclables en toda Lisboa. Sin embargo, Moutinho afirmó que estas medidas son sólo una «solución temporal» e instó a los vecinos a abstenerse de dejar basura innecesaria en las calles.
Los dos sindicatos han convocado una huelga total los días 26 y 27 de diciembre, una prohibición de realizar horas extras entre Navidad y Nochevieja, y una huelga tanto en el trabajo normal como en las horas extraordinarias desde las 22:00 horas del 1 de enero hasta las 6:00 horas del 2 de enero.
El STML ha criticado al consejo por no cumplir con los compromisos de un acuerdo de junio de 2023, incluidas mejoras en las instalaciones para los trabajadores y espacios adecuados para comer. El sindicato también condenó la decisión de subcontratar los servicios de limpieza a empresas privadas, calificándola de «inaceptable en todos los sentidos».
«La administración no ha logrado organizar su plantilla y abordar los problemas reales de la limpieza urbana», afirmó el sindicato en un comunicado.
Moutinho admitió retrasos en el cumplimiento de algunas demandas, pero insistió en que se están realizando progresos. «Ninguno de estos compromisos ha sido olvidado o abandonado», afirmó, añadiendo que el acuerdo se implementará plenamente.