La noche siguiente al ataque al mercado navideño se celebró una protesta de extrema derecha en Magdeburgo el sábado por la noche.
Manifestantes de extrema derecha han celebrado una manifestación en Magdeburgo tras el ataque del viernes por la noche a un mercado navideño que dejó cinco muertos y cientos de heridos.
La policía estima que alrededor de 1.000 manifestantes se reunieron en la plaza central de la ciudad, pidiendo controles más estrictos sobre la migración después de que las autoridades alemanas identificaron al atacante como un médico de Arabia Saudita.
Los manifestantes portaban banderas de la llamada «patria» y pancartas que decían «remigración», mientras también se escuchaban cánticos como «aquellos que no aman a Alemania deberían irse de Alemania» y «no queremos hogares para los solicitantes de asilo».
Según los medios locales, hubo algunos enfrentamientos menores con la policía.
El horror desencadenado por otro acto de violencia masiva hace probable que la migración siga siendo un tema clave mientras Alemania se acerca a las elecciones anticipadas del 23 de febrero.
El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania ya había obtenido buenos resultados en las encuestas en medio de una reacción social contra el gran número de refugiados e inmigrantes que han llegado a Alemania durante la última década.
Figuras de derecha de toda Europa han criticado a las autoridades alemanas por haber permitido altos niveles de migración en el pasado y por lo que ahora consideran fallas de seguridad.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, conocido por su fuerte posición antiinmigración desde hace años, utilizó el ataque en Alemania para arremeter contra las políticas migratorias de la Unión Europea.
En una conferencia de prensa anual en Budapest el sábado, Orban insistió en que “no hay duda de que existe un vínculo entre el mundo cambiado en Europa occidental, la migración que fluye allí, especialmente la migración ilegal y los actos terroristas”.
Orban prometió “contraatacar” contra las políticas migratorias de la UE “porque Bruselas quiere que Magdeburgo también le suceda a Hungría”.