Inicialmente estallaron protestas contra unas elecciones parlamentarias disputadas en octubre, en las que la oposición acusó al Sueño Georgiano de manipulación, pero adquirieron una nueva dimensión tras la decisión del jueves pasado de suspender las conversaciones de adhesión a la UE hasta 2028.
Una delegación del Parlamento Europeo visitó Georgia y marchó con manifestantes pro-UE en manifestaciones contra la decisión del gobierno de suspender las conversaciones de adhesión ahora en una segunda semana.
Los seis eurodiputados también se reunieron con la presidenta pro occidental de Georgia, Salomé Zourabichvili, así como con representantes de la oposición, grupos de la sociedad civil y los medios de comunicación.
Los seis miembros de la delegación eran Rasa Juknevičienė de Lituania y Michał Szczerba de Polonia, ambos miembros del Partido Popular Europeo.
Nathalie Loiseau y Bernard Guetta de Francia, del grupo Renew Europe.
el alemán Tobias Kremer, de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, y Reinier van Lanschot, de los Países Bajos, miembro de los Verdes/Alianza Libre Europea.
Según los informes, la policía ha recurrido a tácticas más duras en un intento por reprimir los disturbios, con más de 400 manifestantes, incluidos líderes y activistas de la oposición, detenidos y más de 100 personas tratadas por heridas.
Más de 50 periodistas también han resultado heridos en las protestas nocturnas.
El gobernante Sueño Georgiano retuvo el control del parlamento en las disputadas elecciones del 26 de octubre, una votación ampliamente vista como un referéndum sobre las aspiraciones de Georgia hacia la UE.
La oposición ha acusado al partido gobernante de manipular la votación con la ayuda de la vecina Rusia para mantener en el poder lo que llaman el Sueño Georgiano «amigo de Moscú».
Un cambio de énfasis
Pero las protestas contra las elecciones adquirieron una nueva dimensión y se extendieron más allá de la capital, Tbilisi, después de la decisión del Sueño Georgiano del 28 de noviembre de suspender las conversaciones de adhesión a la UE hasta al menos 2028.
Esa decisión fue en respuesta a una resolución del Parlamento Europeo que criticaba las elecciones por no ser libres ni justas.
Dijo que las elecciones representaban otra manifestación del continuo retroceso democrático de Georgia «del cual el gobernante partido Sueño Georgiano es totalmente responsable».
Los observadores internacionales dicen que vieron casos de violencia, soborno y doble votación en las urnas, lo que llevó a algunos legisladores de la UE a exigir una repetición.
La UE concedió a Georgia el estatus de candidato en diciembre de 2023 con la condición de que cumpliera las recomendaciones del bloque, pero Bruselas suspendió ese proceso a principios de este año tras la aprobación de una controvertida ley de «influencia extranjera», que fue ampliamente vista como un golpe a las libertades democráticas. .
Los críticos también han acusado a Georgian Dream de volverse cada vez más autoritario y de inclinarse hacia Moscú. El partido recientemente impulsó leyes similares a las utilizadas por el Kremlin para reprimir la libertad de expresión y los derechos LGBTQ+.