El viernes, Polonia inauguró su primer museo dedicado a la historia LGBTQ, un hito en un país donde el reconocimiento legal de los derechos de los homosexuales sigue siendo limitado. Ubicado en Varsovia, en la calle Marszalkowska, el museo fue fundado por Lambda, una organización polaca de derechos sin fines de lucro que también ha trabajado extensamente en los últimos años con los refugiados queer que llegan al país.
«Abrimos el primer museo queer del mundo en un país donde la situación legal para las personas queer es la peor de toda la UE», dijo Miłosz Przepiórkowski, presidente de Lamdba, en un declaración en la inauguración del museo la semana pasada.
La colección del museo presenta casi 150 artefactos, incluidas cartas, fotografías y materiales de los primeros activistas, que narran la historia LGBTQ en Polonia desde el siglo XVI. En un comunicado, el director de Lamda, Krzysztof Kliszczynski, describió el museo como el primero de su tipo en la Europa poscomunista.
La ceremonia atrajo a figuras clave de los círculos activistas LGBTQ de Polonia, incluidos el escritor Andrzej Selerowicz y Ryszard Kisiel, quienes trabajaron como activistas en Varsovia en la década de 1980. En el momento en que los dos estaban más activos, los funcionarios de seguridad polacos habían lanzado una campaña generalizada para perfilar a los hombres homosexuales en la ciudad y crear un registro de su información. Los dos hombres donaron materiales personales a la colección del museo. Kisiel contribuyó con un folleto sobre sexo seguro de hace décadas, mientras que Selerowicz proporcionó una fotografía de él y su pareja que data de hace 45 años.
Kliszczynsk enfatizó que preservar estas historias ha sido un desafío, ya que muchos de los registros LGBTQ de Polonia han permanecido privados o han sido descartados.
Si bien los organizadores del proyecto del museo dicen que marca un progreso, los activistas queer aún enfatizan las barreras legales vigentes para recolectar y exhibir materiales de archivo en espacios públicos sin reacciones negativas. Las parejas del mismo sexo siguen sin estar reconocidas por la ley y los funcionarios polacos han sido escudriñado en los últimos años por parte de organizaciones internacionales sobre políticas discriminatorias anti-LGBTQ.