Extrañas tradiciones navideñas surgen en toda Europa, desde el malvado Krampus en Austria y Alemania, hasta Befana, la bruja en Italia que reparte regalos en lugar de Papá Noel, u Olentzero, el carbonero en el País Vasco.
En Escandinavia es una cabra que grita lo que hace que los turistas se rasquen la cabeza confundidos. ¡Pero claro! ¿Qué podría ser más navideño que una cabra gritando?
Probablemente se origine en alguna forma de paganismo o tradición nórdica, nadie está absolutamente seguro, pero en algún momento de la historia, la cabra que grita asumió el papel de llevar regalos de Navidad a los niños el día de Navidad. En algunas zonas de Escandinavia no hay árbol de Navidad sin su representación decorativa de la cabra.
Extraña cabra de Gävle destruida por incendio provocado, palizas y pájaros
Una ciudad sueca ha llevado la celebración del grito de la cabra al siguiente nivel. La cabra de Gävle es una construcción de paja de 13 metros de altura que se exhibe cada Navidad en la plaza del castillo de Gävle. El problema es que la inauguración de la cabra gigante se ha vuelto tan popular que todo el mundo quiere llevarse un trozo a casa –literalmente– un puñado de paja. Sería inusual que la cabra gigante llegara hasta el 25 de diciembre.
La cabra de paja gigante ha sufrido en los casi 60 años transcurridos desde que la ciudad de Gävle inició por primera vez la tradición festiva decorativa gigante. Sólo 16 han sobrevivido hasta el día de Navidad cuando les dispararon flechas en llamas, los golpearon y derribaron con garrotes, e incluso los pájaros los comieron. Sin embargo, la mayoría de los años es un incendio provocado. Afortunadamente, la estación de bomberos local se encuentra al otro lado de la calle.
Aún está por verse si la cabra de Gävle de este año llegará hasta el 25 de diciembre.
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