Advertencia: esta historia contiene referencias al suicidio y a las ideas suicidas.
SINGAPUR: La demencia a menudo se asocia con la vejez, pero para algunos, la enfermedad aparece mucho antes de lo esperado.
Para Alison Lim, ex ejecutiva corporativa del sector hotelero, el diagnóstico de afasia primaria progresiva (un tipo raro de demencia) llegó cuando tenía poco más de 50 años. Su vida, que alguna vez estuvo llena de salas de juntas y hojas de Excel, se vio repentinamente trastornada por una condición que le robaría su herramienta más básica: el lenguaje.
La primera señal fue inocua. En un viaje familiar en 2012, Alison llamó erróneamente guacamole – «Guatemale». Su familia se rió. “Cada vez que se confundía una palabra, decíamos ‘Jaja, Guatemala’”, recordó Jamie, de 27 años, hija de Alison, entre risas. «A ninguno de nosotros se nos ocurrió que podría ser un síntoma de algo».
Pero ese viaje estuvo lleno de momentos similares: olvidos o confusión de palabras que Alison desestimó en ese momento. Pero pronto, estos errores inocentes se volvieron imposibles de ignorar. Comenzó a olvidar las descripciones básicas, llamando a todo un teléfono.