Las autoridades mexicanas anunciaron la noche del martes el decomiso de más de una tonelada de fentanilo en dos acciones separadas en el estado noroccidental de Sinaloa, donde operan facciones del cartel del mismo nombre.
Una de las acciones tuvo lugar en el municipio de Guasave, donde las fuerzas de seguridad detuvieron un automóvil en el que se encontraron dos kilogramos con pastillas de fentanilo, tres armas cortas y tres equipos de radiocomunicación, informados en un comunicado conjunto las secretarías de Marina. , Defensa Nacional y Seguridad, la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República. En la operación fueron apresados dos hombres.
La segunda acción se desarrolló en el municipio de Ahome, donde las autoridades encontraron en una propiedad 300 kilos de fentanilo, básculas y revólveres industriales. En otro domicilio de la misma localidad se encontraron más de 800 kilos de fentanilo dentro de una camioneta
En la segunda operación no se realizaron detenciones debido a que los ocupantes de las propiedades lograron huir.
Las autoridades no precisaron cuándo ocurrieron los decomisos ni las detenciones.
El secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, consideró la operación como el “decomiso histórico más grande de fentanilo”, y dijo la noche del martes en su cuenta de la red social X, antes de Twitter, que las acciones continuarán hasta que disminuya la violencia en Sinaloa, donde se han reportado varios cientos de muertos en los últimos tres meses.
Desde septiembre se desató una ola de violencia en ese estado por la cruenta disputa que mantienen dos bandos del poderoso cartel de Sinaloa: uno liderado por “Los Chapitos” que integran los hijos del exlíder detenido de la organización Joaquín “El Chapo” Guzmán; y otro que conforman los seguidores del capo histórico Ismael “El Mayo” Zambada.
Los choques comenzaron varias semanas después del arresto de Zambada, que fue apresado junto a Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de “El Chapo”, quien presuntamente le tendió una trampa a “El Mayo” y lo secuestró para llevarlo a Texas. La detención de los dos capos generó fricciones entre México y Estados Unidos.
El cártel de Sinaloa es responsable de una parte significativa del tráfico de fentanilo a Estados Unidos. La poderosa organización criminal utiliza precursores químicos de China e India para fabricar el opioide sintético y lo introduce de contrabando a Estados Unidos, donde causa unas 70.000 muertes por sobredosis al año.
El anuncio del decomiso se da una semana después de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que al asumir el gobierno impondría un impuesto del 25% a todos los productos que ingresen al país desde Canadá y México y un arancel adicional del 10. % a los bienes procedentes de China.
Trump aseguró que los nuevos aranceles permanecerían en vigor “hasta detener esta invasión de drogas, en particular del fentanilo, y de todos los extranjeros ilegales en nuestro país”.
No está claro si el republicano cumplirá sus amenazas o si las está empleando como herramienta de negociación antes de asumir el cargo en enero, pero sus declaraciones generaron preocupación en México y Canadá.
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