Nuevos datos impactantes que muestran que doce años de nuestras vidas pueden perderse debido al abuso de las pantallas. Crédito: Shutterstock: Peter Gudella
Datos impactantes revelan que el tiempo que pasamos frente a una pantalla puede equivaler a 12 años de nuestras vidas y sugieren cómo se puede abordar este problema tan real.
¿Qué pasaría si te dijéramos que pasas hasta 12 años de tu vida frente a una pantalla o, lo que es más preocupante, que tu hija o nieta adolescente puede estar en el 45 por ciento de los jóvenes que superan las cuatro horas diarias de tiempo frente a una pantalla? Sí. Las cifras son alarmantes, sobre todo si se ponen las cosas en perspectiva. Nos bombardean con advertencias sobre las redes sociales, el trolling online o cómo controlar el tiempo frente a la pantalla de nuestros más pequeños y queridos. Pero la verdad es que es un problema muy real y hay que abordarlo de frente.
Los españoles dedican, de media, cuatro horas al día al móvil. Esto equivale a un día entero a la semana y estudios recientes confirman que es el mínimo indispensable. La sociedad actual está atrapada en una trampa infinita de necesidad obsesiva: la necesidad de enviar mensajes de texto, desplazarse y buscar continuamente. Lamentablemente, las consecuencias de esto ya están asomando sus feas cabezas: el insomnio, la ansiedad y la desconexión social son efectos secundarios comunes del omnipresente fenómeno de adicción al móvil.
Exceso de pantalla: los vídeos normalizan comportamientos nocivos y romantizan los riesgos
La Asociación Estadounidense de Psicología (APA) ha intentado concienciar a los usuarios sobre los peligros de los vídeos: a menudo estos forman la base del contenido de las redes sociales y tienen una capacidad bastante desconcertante para enganchar. Según la APA, “los adolescentes están expuestos a contenido que puede normalizar comportamientos dañinos, romantizar riesgos e incluso perpetuar información errónea peligrosa” a través de estos videos y publicaciones. UNICEF respalda esta afirmación de peligros para los jóvenes y destaca que el 52 por ciento de los adolescentes accede a información médica que a menudo es falsa y el 60 por ciento desarrolla vínculos emocionales con personas influyentes, lo que los hace aún más susceptibles a los riesgos en línea.
La psicóloga María Torres da un nuevo enfoque al tema argumentando que alarmar, prohibir o reprender no son la respuesta. Las familias tampoco deberían asumir la responsabilidad exclusiva. Destaca el esfuerzo colectivo que incluye plataformas que implementan iniciativas como restricciones horarias, filtros de contenido y controles de contenido, medidas que ya están en marcha en toda Europa.
¿Qué puede hacer la sociedad para abordar el problema del tiempo excesivo frente a la pantalla?
Para combatir este problema universalmente creciente, la APA ha emitido algunos consejos multinivel:
- Considere la ‘ingesta’ de las redes sociales como una dieta y establezca la idea de opciones saludables de la misma manera que la comida para ustedes y sus hijos. Los padres deben predicar con el ejemplo en sus propios hábitos de visualización para evitar que sus hijos repitan comportamientos.
- Los docentes pueden desempeñar un papel clave en la educación sobre alfabetización digital e involucrarlos en hechos anatómicos como cómo se desarrolla su cerebro y cómo podría verse afectado por el uso excesivo de las redes sociales, así como cómo manejar las emociones de forma independiente.
- Las plataformas deben seguir implementando controles estrictos que filtren y monitoreen el contenido e incluso bloqueen el acceso de los usuarios más jóvenes a los sitios.
En esencia, abordar el desafío generalizado del uso excesivo de las redes sociales requiere un esfuerzo unificado (padres que modelen hábitos saludables, educadores que fomenten la alfabetización digital y plataformas que apliquen medidas de protección) para garantizar una experiencia digital equilibrada, consciente y segura para todos.
Mientras tanto, ¡no desperdiciemos otro día completo de la próxima semana mirando la pantalla de un teléfono!
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