Director Ejecutivo Adjunto de UNICEF Ted Chaiban hizo un claro llamado a la acción internacional urgente el jueves, describiendo la situación como “terrible” para los niños.
Desde el Tras el golpe militar de febrero de 2021, Myanmar se ha hundido en una crisis cada vez más profunda.
Los combates entre fuerzas militares y grupos étnicos armados se han intensificado, con informes de artillería pesada, ataques aéreos y violencia generalizada. Las milicias étnicas han tomado el control de ciudades clave, mientras que los civiles están atrapados en el fuego cruzado.
Sólo este año, al menos 650 niños han sido asesinados o mutilados de acuerdo a Unicef.
El creciente uso de armas mortíferas en zonas civiles (incluidos hogares, escuelas y hospitales) ha dejado a los niños prácticamente sin espacios seguros. Esto “les está robando su derecho a la seguridad y la protección”, afirmó Chaiban.
Desplazamiento y devastación
Más de 3,4 millones de personas han sido desplazadas en todo el país, casi el 40 por ciento de las cuales son niños.
En un incidente particularmente trágico ocurrido el 15 de noviembre, un ataque en el recinto de una iglesia en el estado de Kachin mató a siete niños y dos adultos mientras jugaban al fútbol.
«Vi de primera mano cuán vulnerables son los niños y otros civiles en las zonas afectadas por el conflicto», dijo Chaiban, quien recientemente visitó Kachin. Hizo un llamado a todas las partes en el conflicto para “defender el derecho internacional humanitario y proteger [children] de ataques tan brutales”.
La situación se ve agravada aún más por los fenómenos meteorológicos extremos. El tifón Yagi, que provocó graves inundaciones y afectó a más de un millón de personas, ha dejado a los niños sin acceso a atención médica, educación y otros servicios vitales.
Obstruido el acceso a la ayuda
Los esfuerzos para entregar ayuda enfrentan inmensos desafíos. «El acceso sigue limitado por el conflicto armado en curso, la inseguridad, los impedimentos burocráticos y la falta de telecomunicaciones y equipo de protección personal», explicó Chaiban.
El llamamiento humanitario de UNICEF para 2024 es actualmente menos del 25 por ciento financiadoincluso cuando las necesidades se vuelven cada vez más urgentes.
A pesar de estos desafíos, UNICEF y sus socios humanitarios están trabajando incansablemente para brindar servicios que salvan vidas, incluidos salud, nutrición y educación, especialmente en áreas de primera línea y de difícil acceso.
Acción internacional
UNICEF hace un llamado a todas las partes en el conflicto para que respeten el derecho internacional humanitario, protejan a los civiles y garanticen un paso seguro para quienes huyen de la violencia.
Chaiban pidió a la comunidad internacional que intensifique su apoyo (a través de financiación, promoción y solidaridad) para evitar más sufrimiento. “El costo de la inacción es demasiado alto. Los niños de Myanmar no pueden permitirse el lujo de esperar”, enfatizó.
Tom Andrews, Relator Especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Myanmarse hizo eco de este sentimiento.
En declaraciones a Noticias ONU, instó a los Estados miembros a aumentar la presión mediante sanciones. “[We need] que todos los regímenes de sanciones estén conectados, que los Estados miembros establezcan objetivos comunes y trabajen juntos para aplicarlos con una aplicación más estricta”.
UNICEF sigue firme en su compromiso de proteger a los niños de Myanmar y brindar ayuda en una de las crisis humanitarias más desafiantes del mundo.