El presidente electo Donald Trump voló para el lanzamiento en la última señal de su vínculo cada vez más profundo con Elon Musk, fundador y director ejecutivo de SpaceX.
SpaceX lanzó su sexto vuelo de prueba de su cohete Starship desde el sitio de lanzamiento de Starbase en Boca Chica, en el sur de Texas.
Sin embargo, a diferencia del éxito del mes pasado, el propulsor se dirigió a un amerizaje en el Golfo de México en lugar de regresar a tierra. Aún no se ha dado ninguna razón de por qué no fue capturado en el sitio de lanzamiento.
El portavoz de SpaceX, Dan Huot, simplemente dijo que no se cumplían todos los criterios para la captura del propulsor, por lo que el director de vuelo no ordenó al propulsor que regresara al lugar.
Al mismo tiempo, la nave espacial vacía lanzada desde Texas a lo alto de Starship se elevó a través del Golfo de México en un circuito cercano alrededor del mundo similar al vuelo de prueba de octubre.
Fue la sexta prueba del cohete más grande y poderoso del mundo que SpaceX y la NASA esperan utilizar para que los astronautas regresen a la Luna y, eventualmente, a Marte.
SpaceX mantuvo la misma ruta de vuelo que la última vez, pero cambió algunos pasos en el camino y la hora del día. Starship se lanzó al final de la tarde en lugar de temprano en la mañana para garantizar que haya luz del día para ver el descenso de la nave espacial.
Entre los nuevos objetivos que se lograron estaba el encendido de uno de los motores de la nave en el espacio, lo cual sería necesario al regresar de la órbita.
También hubo experimentos de protección térmica a bordo de la nave espacial, con algunas áreas despojadas de placas térmicas para ver si los mecanismos de captura podrían funcionar allí en futuros vuelos.
Y la nave espacial descendió con el morro primero durante la última parte de la entrada, antes de girar y caer verticalmente en el Océano Índico. Se planean aún más actualizaciones para el próximo vuelo de prueba.
SpaceX quiere eventualmente devolver y reutilizar toda la Starship de 121 metros. El reciclaje a gran escala reduciría el costo de transportar carga y personas a la Luna y Marte, al tiempo que aceleraría el proceso. El reciclaje de los cohetes Falcon de SpaceX que vuelan desde Florida y California ya le ha ahorrado tiempo y dinero a la empresa.
La NASA está pagando a SpaceX más de 4.000 millones de dólares (3.790 millones de euros) para que lleven astronautas a la luna a través de Starship en misiones consecutivas a finales de esta década. Musk imagina lanzar una flota de Starships para construir algún día una ciudad en Marte.
Este fue el sexto lanzamiento de una Starship completamente ensamblada desde 2023. Los tres primeros terminaron explotando.